SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO:
Este segundo domingo de Adviento es una gran invitación a la conversión, a iluminar nuestras inquietudes y debilidades a la luz de la verdad recogida y transmitida en las Sagradas Escrituras. “Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra... para que mantengamos la esperanza”, nos dice san Pablo. Una esperanza que nos motiva a dar frutos de conversión. Isaías nos hace un dibujo, una imagen de Jesús resucitado, desde la palabra: “No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios”.
Este domingo descubramos el sentido comunitario de mi vecindario, fomentando el encuentro que ayude a superar la intolerancia y la indiferencia.
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