Mateo 20, 1-16
"Sin duda alguna, lo más importante de esta parábola es que, en el Reino las bendiciones y recompensa se reciben por la bondad y el amor de Dios y no según el merito propio o el tiempo de servicio. En el Reino no hay lugar para la envidia y la codicia. El resentimiento, por la bondad y la generosidad de alguien, es una de las peores actitudes humanas, sin embargo es frecuente en nuestro entorno.
Dios siempre va en busca de todos, llama a todos, a cualquier hora, siempre quiere dar y acoge a los que encuentra. Jesús, con esta parábola da golpe de gracia al concepto que no sólo los fariseos y escribas tenían sino también muchos de nosotros sobre Dios y su retribución. Jesús se ha hecho nuestro <pan de cada día>, se ofrece en la misa a todos sin discriminación de edad, condición social o nivel de santidad. El se da, para que también nosotros aprendamos a darnos a los demás generosamente."
Tomado del Diario Biblico 2021
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