En su Exhortación Apostólica postsinodal Christifideles laici de 1987, “Sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”, San Juan Pablo II escribe como si estuviera hablándonos en el momento que actualmente estamos viviendo en el mundo y en la Iglesia.
LAS ACTUALES CUESTIONES URGENTES DEL MUNDO: ¿PORQUE ESTAIS AQUÍ OCIOSOS TODO EL DIA?
1.
Si el no comprometerse ha sido algo siempre
inaceptable, el tiempo presente lo hace aún más culpable.
Es necesario entonces mirar cara a cara este mundo nuestro
con sus valores y problemas, sus inquietudes y esperanzas, sus conquistas y
derrotas: un mundo cuyas situaciones económicas, sociales, políticas y
culturales presentan problemas y dificultades más graves respecto a aquel que
describía el Concilio en la Constitución pastoral Gaudium et spes (“… en
el mundo hoy crecen por todas partes el hambre, la opresión, la injusticia y la
guerra, los sufrimientos, el terrorismo y otras formas de violencia de todo
género”).
…. es esta la viña, y es este el campo en que los
fieles laicos están llamados a vivir su misión. Jesús les quiere, como a todos
sus discípulos, sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5, 13-14).
Es muy grande la diversidad de situaciones y problemas que
hoy existen en el mundo, y que además están caracterizadas por la creciente
aceleración del cambio.
2.
¿Cómo no hemos de pensar en la persistente
difusión de la indiferencia religiosa y del ateísmo en sus más
diversas formas, particularmente en aquella – hoy quizás más difundida-
del secularismo?
… el hombre arranca las raíces religiosas que están en su corazón:
se olvida de Dios, lo considera sin significado para su propia existencia, lo
rechaza poniéndose a adorar los más diversos «ídolos».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario