La realidad es que en su seguimiento Jesús nos propone soltar, asumir y entregar.
1) Soltar lo que nos impide ser libres.
2) Asumir las consecuencias de nuestra libertad.
3) Entregar lo mejor de nosotros mismos, la propia vida.
Esa criatura nueva en Cristo, a la cual estamos llamados a ser, debe ser una persona de palabra. Ser amigo de la verdad. Aborrecer la mentira. Y es que el cristianismo se caracteriza por ser la religión de la verdad. Ser cristiano, que es ser católico, es caminar en la verdad, defenderla y propiciarla. Hoy es urgente generar ambientes en los que la verdad brille con fuerza. Hemos de formar a las nuevas generaciones en el respeto a la palabra (Mt 5, 33-37). Y cuando faltemos a la misma buscar la reconciliación. Jesús nos invita a vivir de manera coherente. Es preciso vivir según el corazón de Dios. Coloquémonos de parte de la vida, de la verdad y del amor.
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