Tres Magos de Oriente 2
“¿Por qué se pusieron en camino?”
“También aquí el evangelio es parco. En boca de los magos pondrá la frase hemos visto su estrella y venimos a adorarle (Mt 2,2) y luego nos contará que esa estrella se movía, caminaba antes ellos y señalaba el lugar concreto de la «casa» donde estaba el niño. ¿Estamos nuevamente ante una narración realista o simbólica? […] más simple seria – y ese mismo «clima milagroso» lo sugiere – ver en la estrella un adorno literario y simbólico, conectado si, con el clima astrológico tan difundido en la época […] Y la profecía de Balaam - «una estrella se levantará de Jacob y un cetro brotará de Israel»- hacía que muchos judíos hablaran por entonces de la estrella del Mesías. Entre los textos hallados en Qümram hay un horóscopo del rey mesiánico esperado…”.
“Si la estrella se encendió o no en el cielo no lo sabemos con exactitud. Lo que sí sabemos es que se encendió en sus corazones. Y que supieron verla”.
“Si, Dios no podía ser otra cosa que amor y el amor no podía llevar a otra cosa que a aquella caliente y hermosa humillación de ser uno de nosotros. El humilde es el verdadero”.
“Abrieron sus cofres. Con vergüenza. De pronto, el oro y el incienso y la mirra les parecían regalos ridículos. Pero entendían también que poner a los pies del niño aquellas tonterías que le habían traído era la única manera en que podían expresar su amor […] habían realizado ya en plenitud su tarea: ser los primeros que vivieron la locura evangélica que acepta como lógico el ponerse en marcha tras una estrella muda […] y el arrodillarse ante un Dios que acepta un pesebre por trono”.
Dos mil años después, seguimos con la ilusión del pesebre y los tres magos o “reyes” y la emoción de unos camellos que los traen para llenarnos de alegría, en la noche en que la Iglesia celebra la manifestación (Epifanía) al mundo del verdadero Dios que se hizo verdadero hombre. Que la Luz de Cristo brille como aquella en nuestros corazones para que al volver a nuestras rutinas diarias después de estas fiestas navideñas, nuestra alegría y gozo no mueran, al contrario, que sean luz y amor para los otros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario