Hoy me encontré con un pequeño libro del francés François Garagnon llamado “Jade y los misterios de la vida”, y quisiera compartir algunos pensamientos y frases que me hicieron llenar de gozo en el Señor.
La libertad – “Dios ha creado al hombre libre, No quiere dar a entender que se ocupa de lo que no le compete… Por eso puede ser que quiera encontrarse con el hombre en el camino de lo cotidiano, a lo largo de la vida, a través de lo que llamamos azar o coincidencias.”
“Goethe ha escrito: <En la vida las cartas están echadas.
Pero cada uno puede hacer con ellas un juego diferente>. Lo que quiere decir
que ante el juego de la vida todos tenemos cartas, triunfos, pero el desarrollo
de la partida depende de nosotros, de nuestro talento, de nuestra capacidad para
adaptarnos, de nuestro brío para dominar el instante en su conjunto… en la
Biblia hay una pregunta fundamental que es esta: <¿Qué has hecho de tu
talento?>. Esta interpelación es la prueba de que Dios ha dejado al hombre
libre para conducir su vida como le parezca. Dios ha puesto en él
algunas semillas y espera que las cultive, que las cuide con primor. ¡Libre es,
de hacerlas madurar o dejarlas morir! Hay numerosas semillas asfixiadas en su
germen. Esta es la libertad del hombre: poder decir sí o no, desarrollar o dejar
perecer, fructificar o aplastar.”
“… tenemos… una libertad ilimitada en el cuadro limitado de
lo que nos esta destinado. Tu has nacido en medio de un campo limitado de
posibilidades, con un cierto numero de talentos: no puedes hacerlo todo, hay
cosas que nunca serás capaz de hacer. Pero hay otras muchas que puedes hacer. A
ti te toca decidir entre estas posibilidades, y hacer fructificar al máximo tu
talento, ¿comprendes?... tu no tienes tiempo de perder tu tiempo… Es necesario
que vivas plenamente las horas de tu existencia.”
“La mayor parte de las vidas humanas están hechas de
lamentaciones, de rechazos, de ilusiones perdidas. La gente suele decir: <si
hubiera tenido tiempo, habría hecho esto…! Qué quiere Vd.: en la vida no se
puede hacer todo lo que se quiere, hay que saber adaptarse a las circunstancias…!>.”
“Dite a ti misma que cuando uno se da, nunca se da
<demasiado>, siempre es <insuficiente>. Nunca se ama demasiado… Haz
lo mejor por tu parte… Ya sabes: el mal se hace tan bien, y el bien tan mal…
Si, ¡Haz cuanto puedas! Y cuando hayas hecho todo lo que es posible hacer, no
olvides ceder el paso, y abandonarte a la voluntad de Dios.”
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