Amoris
Laetitia 82
ESPIRITUALIDAD
DEL CUIDADO, DEL CONSUELO Y DEL ESTIMULO
321.
«Los esposos
cristianos son mutuamente para sí, para sus hijos y para los restantes
familiares, cooperadores de la gracia y testigos de la fe». Dios los llama a
engendrar y a cuidar. Por eso mismo, la familia «ha sido siempre el
<hospital> más cercano» … los dos son entre si reflejo del amor divino
que consuela con la palabra, la mirada, la ayuda, la caricia, el abrazo… por
eso, «querer formar una familia es animarse a ser parte del sueño de Dios, es
animarse a soñar con él, es animarse a construir con él, es animarse a jugarse
con él esta historia de construir un mundo donde nadie se sienta solo».
322.
Toda la vida de la
familia es un «pastoreo» misericordioso. Cada uno, con cuidado, pinta y escribe
en la vida del otro… Esto es un culto a Dios, porque es él quien sembró muchas
cosas buenas en los demás esperando que las hagamos crecer.
323…
Cuando la familia
acoge y sale hacia los demás, especialmente hacia los pobres y abandonados, es
«símbolo, testimonio y participación de la maternidad de la Iglesia».
¿Cumple
tu familia con ser parte del “sueño de Dios”?
¿Cuántas
cosas buenas haz hecho crecer en tus hijos?
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