martes, 30 de junio de 2020

#869 - Amoris Laetitia 30



Amoris Laetitia 30

Disculpa todo

112….Implica limitar el juicio, contener la inclinación  a lanzar una condena dura e implacable: «No condenéis y no seréis condenado» (lc 6,37)…Detenerse a dañar la imagen del otro es un modo de reforzar la propia, de descargar rencores y envidias sin importar el daño que causemos.

113. Los esposos que se aman y se pertenecen, hablan bien el uno del otro, intentan mostrar el lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades  y errores. En todo caso, guardan silencio par no dañar su imagen…Tampoco es la ingenuidad de quien pretende no ver las dificultades y los puntos débiles del otro…Recuerda que esos defectos son solo una parte, no son la totalidad del ser del otro…el otro no es solo eso que a mí me molesta. Es mucho más que eso. Por lo mismo, no le exijo que su amor sea perfecto  para valorarlo. Me ama como es y cómo puede, con sus límites, pero que su amor sea imperfecto no significa que sea falso o que no sea real…Por eso, si le exijo demasiado, me lo hará saber de alguna manera, ya que no podrá ni aceptará jugar el papel de un ser divino ni estar al servicio de todas mis necesidades. El amor convive con la disculpa, y sabe guardar silencio ante los límites del ser amado. 

¿Haz lanzado alguna vez condenas fuertes contra tu pareja?

¿Cómo ayudas a tu pareja en sus debilidades?

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