Amoris
Laetitia 27
Sin
violencia interior
103….se refiere a una reacción interior de indignación provocada por algo
externo. Se trata de una violencia interna, de una irritación no manifiesta que
nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran enemigos molestos que
hay que evitar. Alimentar esa
agresividad intima no sirve para nada. Solo nos enferma y termina aislándonos.
La indignación es sana cuando nos lleva a reaccionar ante una grave injusticia,
pero es dañina cuando tiende a impregnar todas nuestras actitudes ante los
otros.
104….los cristianos no podemos ignorar
la constante invitación de la Palabra de Dios a no alimentar la ira…Una cosa es
sentir la fuerza de la agresividad que brota y otra es consentirla, dejar que
se convierta en una actitud permanente…«…que la puesta del sol no os sorprenda
en vuestro enojo» (Ef 4,26). Por ello, nunca hay que terminar el día sin hacer
las paces en familia. ¿Y cómo debo hacer las paces? ¿Ponerme de rodillas? ¡No!
solo un pequeño gesto, algo pequeño, y vuelve la armonía familiar. Basta una
caricia, sin palabras. La reacción interior ante una molestia que nos causen
los demás debería ser ante todo bendecir en el corazón, desear el bien al otro,
pedir a Dios que lo libre y lo sane…
¿Cuántas veces te
has sentido irritado en tu interior con tu pareja?
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