La Iglesia en la que creemos
Una, santa, católica y apostólica
Francis A. Sullivan, S.J
(Resumen sinóptico)
Capitulo IV. Con una
santidad genuina pero «imperfecta»
“…El hecho de que
en el mundo la Iglesia «se caracterice por una santidad real» se ve como
consecuencia de su «naturaleza escatológica»; el hecho de que su santidad sea
«imperfecta» es consecuencia de ser una «Iglesia peregrina»”.
“Otra
afirmación clave del Vaticano II sobre la santidad de la Iglesia se encuentra
en el primer párrafo del Capítulo 5 de Lumen Gentium…que comienza: «La fe nos
enseña que la Iglesia, cuyo misterio expone este Sínodo sagrado, es
indefectiblemente santa» …lo que hace que la Iglesia sea un «misterio» es su
naturaleza como «realidad compleja», formada por elementos divinos y humanos:
siendo ambos una comunión espiritual de fe, esperanza y caridad, y una sociedad
jerárquicamente estructurada”…no caigamos en la trampa de imaginar dos
iglesias: una un «cuerpo místico» santo y una «esposa de Cristo» santa, y la
otra una sociedad jerárquica corrupta y en pecado…existe una sola Iglesia que
es tanto «cuerpo místico» y pueblo pecador…el misterio es que la Iglesia es
el pueblo de Dios que, al estar formado
por personas reales, está marcado de forma inevitable por el pecado, pero, como
pueblo de Dios, no puede de dejar de ser santo”.
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