Amoris Laetitia 25
99.…Quiere indicar que el amor no obra con dureza, no actúa de modo descortés, no es duro en el trato. Sus modos, sus palabras, sus gestos, son agradables y no ásperos y rígidos. Detesta hacer sufrir a los demás…Como parte de las exigencias irrenunciables del amor, «todo ser humano está obligado a ser afable con los que le rodean»…El amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige el respeto de la libertad y la capacidad de esperar que el otro abra la puerta de su corazón.
100. Para disponerse a un verdadero encuentro con el otro, se requiere una mirada amable puesta en él. Esto no es posible cuando reina un pesimismo que destaca defectos y errores ajenos, quizá para compensar los propios complejos…Una persona antisocial cree que los demás existen para satisfacer sus necesidades, y cuando lo hacen solo cumplen con su deber. Por lo tanto, no hay lugar para la amabilidad del amor y su lenguaje…Veamos, por ejemplo, algunas palabras que decía Jesús a las personas: «! Animo hijo!». «! Qué grande es tu fe!». «! Levántate! ». «Vete en paz». «No tengáis miedo» No son palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian. En la familia hay que aprender este lenguaje amable de Jesus.
¿Ha habido momentos en tu relación de pareja en los cuales ha faltado la amabilidad?
¿ Usas palabras de aliento para tu pareja y tus hijos?
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