En Mateo 19, 4-6 establece Jesús lo establecido por Dios con relación al matrimonio: que fue ordenado desde su origen a la unión de un hombre y una mujer. Y que lo que Dios quiso que se uniera que no lo separe el hombre. No hay otro deseo en el proyecto de Dios cuando una mujer y un hombre desean unir sus vidas: es con una o con uno y, hasta que la muerte los separe.Solo abre Jesus la posibilidad de renunciar a este proyecto por causa del Reino, es decir, para entregar nuestras vidas totalmente al servicio de Dios por los demás.
Que esa "comunidad de amor en la gracia de Dios" que es el matrimonio vuelva a fortalecerse para que sea ejemplo de fidelidad y fraternidad humana y fuente desde donde broten vocaciones a la vida consagrada en la Iglesia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario