La lógica del mundo no es ni por mucho la lógica del Reino de Dios. Por eso vemos hoy en el evangelio de Mateo (Mt 20, 1-16) como el Señor da la misma paga tanto al que trabajó una hora como al que trabajó todo el dia. Y es que el premio que tiene Dios Padre para sus hijos es la vida eterna. Y esta herencia no puede dividirse en porciones, porque es infinita.
A veces sentimos celos en nuestra comunidad parroquial por aquel que habiendo llegado último es reconocido por la labor que esta realizando, en ocasiones mas que los que llevamos años sirviendo ala Parroquia.
Tengamos cuidado y reflexionemos bien esta palabra de hoy.
"En nuestra vida religiosa debemos examinarnos si estamos actuando como esperando una paga porque hemos sido buenos, y si rezamos, y recibimos los sacramentos, o hacemos novenas a los santos solo como pedigüeños ante un Dios desfigurado y que no responde al rostro que nos revelo Cristo". (Cita de la Agenda Bíblica 2017)
Como el mismo Cristo nos decía: "hay que cumplir esto sin abandonar lo otro".
Que todo lo hagamos de oracion y devocion sea para conocer y acercarnos más a Cristo. Entonces debe manifestarse en nosotros el rostro de Cristo y ser hombre nuevos.
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