martes, 15 de agosto de 2017

#239 - Aparecida

#239 -  Siguiendo la llamada que en 2007 hizo la Conferencia Episcopal de Latinoamerica y el Caribe en Aparecida, Brasil hoy les traemos algunas líneas expuestas por los Obispos.

 5. HACIA UN CONTINENTE DE LA VIDA, DEL AMOR Y DE LA PAZ

EN ESTO TODOS CONOCERÁN QUE SON DISCÍPULOS MÍOS  (Jn 13,35)  

Nosotros, participantes en la V Conferencia General en Aparecida,  y junto con toda la Iglesia “comunidad de amor”, queremos abrazar a  todo el continente para transmitirles el amor de Dios y el nuestro. Deseamos  que este abrazo alcance también al mundo entero.  Al terminar la Conferencia de Aparecida, en el vigor del Espíritu  Santo, convocamos a todos nuestros hermanos y hermanas, para que,  unidos, con entusiasmo realicemos la Gran Misión Continental. Será  un nuevo Pentecostés que nos impulse a ir, de manera especial, en búsqueda  de los católicos alejados y de los que poco o nada conocen a  Jesucristo, para que formemos con alegría la comunidad de amor de  nuestro Padre Dios. Misión que debe llegar a todos, ser permanente y  profunda.  

Con el fuego del Espíritu Santo, avancemos construyendo con esperanza  nuestra historia de salvación en el camino de la evangelización, teniendo en torno nuestro a tantos testigos (cf. Hb 12,1), que son  los mártires, santos y beatos de nuestro continente. Con su testimonio  nos han mostrado que la fidelidad vale la pena y es posible hasta el  final.  Unidos a todo el pueblo orante, confiamos a María, Madre de Dios  y Madre nuestra, primera discípula y misionera al servicio de la vida, del  amor y de la paz, invocada bajo los títulos de Nuestra Señora Aparecida  y de Nuestra Señora de Guadalupe, el nuevo impulso que brota a partir  de hoy en toda América Latina y El Caribe, bajo el soplo del nuevo  Pentecostés para nuestra Iglesia a partir de esta V Conferencia que aquí  hemos celebrado.

 En Medellín y en Puebla terminamos diciendo “CREEMOS”. En Aparecida,  como lo hicimos en Santo Domingo, proclamamos con todas  nuestras fuerzas: CREEMOS Y ESPERAMOS.  

Esperamos…  

• Ser una Iglesia viva, fiel y creíble que se alimenta en la Palabra  de Dios y en la Eucaristía..

 • Vivir nuestro ser cristiano con alegría y convicción como discípulos-  misioneros de Jesucristo.  

• Formar comunidades vivas que alimenten la fe e impulsen la  acción misionera.

 • Valorar las diversas organizaciones eclesiales en espíritu de  comunión.  

• Promover un laicado maduro, corresponsable con la misión  de anunciar y hacer visible el Reino de Dios.

 • Impulsar la participación activa de la mujer en la sociedad y  en la Iglesia.

 • Mantener con renovado esfuerzo nuestra opción preferencial  y evangélica por los pobres.

 • Acompañar a los jóvenes en su formación y búsqueda de identidad,  vocación y misión, renovando nuestra opción por ellos.

 • Trabajar con todas las personas de buena voluntad en la construcción  del Reino.  

• Fortalecer con audacia la pastoral de la familia y de la vida.

 • Valorar y respetar nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes.  

• Avanzar en el diálogo ecuménico “para que todos sean uno”,  como también en el diálogo interreligioso.

 • Hacer de este continente un modelo de reconciliación, de justicia  y de paz.

• Cuidar la creación, casa de todos en fidelidad al proyecto de  Dios.

 • Colaborar en la integración de los pueblos de América Latina  y El Caribe.  ¡Que este Continente de la esperanza también sea el Continente  del amor, de la vida y de la paz!  

Aparecida - Brasil, 29 de mayo de 2007

Unámonos a este esfuerzo de la Iglesia Catolica no importa si no somos católicos. Basta con que seamos cristianos o hombres de buena voluntad.

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