El Papa Emérito, Benedicto XVI, en su Exhortación Apostólica Postsinodal, "Verbum Domini" (La Palabra del Señor), de 2010, nos adentra en este gran misterio de nuestra fe.
Dios
escucha a el hombre y responde a sus interrogantes
23… La Palabra de Dios, en efecto, no se contrapone al hombre, ni
acalla sus deseos auténticos, sino que más bien los ilumina, purificándolos y
perfeccionándolos… toda la economía de la salvación nos muestra que Dios habla e
interviene en la historia a favor del hombre y de su salvación integral…es
decisivo desde el punto de vista pastoral mostrar la capacidad que tiene la
Palabra de Dios para dialogar con los problemas que el hombre ha de afrontar en
la vida cotidiana.
Dialogar
con Dios mediante sus palabras
24…
el Dios que habla nos enseña cómo podemos hablar con Él. Pensamos
espontáneamente en el Libro de los Salmos, donde se nos ofrecen las palabras
con que podemos dirigirnos a él, presentarle nuestra vida en coloquio ante él y
transformar así la vida misma en un movimiento hacia él. En los
Salmos…encontramos toda la articulada gama de sentimientos que el hombre
experimenta en su propia existencia y que son presentados con sabiduría ante
Dios…Además de los Salmos, hay también muchos otros textos de la Sagrada
escritura que hablen del hombre que se dirige a Dios mediante la oración de intercesión
(cf. Ex 33, 12-16), del canto de júbilo por la victoria (cf. Ex 15), o de
lamento en el cumplimiento de la propia misión (cf. Jr 20, 7-18). Así, la
palabra que el hombre dirige a Dios se hace también palabra de Dios…y toda la
existencia del hombre se convierte en un dialogo con Dios que habla y escucha,
que llama y mueve nuestra vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario