Amoris
Laetitia 81
Espiritualidad del amor exclusivo y libre
319.
En el matrimonio
se vive también el sentido de pertenecer por completo sólo a una persona. Loe
esposos asumen el desafío y el anhelo de envejecer y desgastarse juntos y así
reflejan la fidelidad de Dios. Esta firme decisión, que marca un estilo de vida,
es una «exigencia interior del pacto de amor conyugal», porque «quien no se
decide a querer para siempre, es difícil que pueda amar de veras un solo día» …
Así, cada cónyuge es para el otro signo e instrumento de la cercanía del Señor,
que no nos deja solos: «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo» (Mt 28,20).
320.
Hay un punto donde
el amor de la pareja alcanza su mayor liberación y se convierte en un espacio
de sana autonomía: cuando cada uno descubre que el otro no es suyo, sino que
tiene un dueño mucho más importante, su único Señor. Nadie puede pretender
tomar posesión de la intimidad más personal y secreta del ser amado… Al mismo
tiempo, el principio de realismo espiritual hace que el cónyuge ya no pretenda
que el otro sacie completamente sus necesidades. Es preciso que el camino
espiritual de cada uno…le ayude a «desilusionarse» del otro, a dejar de esperar
de esa persona lo que sólo es propio del amor de Dios. Esto exige un despojo
interior. El espacio exclusivo que cada uno de los cónyuges reserva a su trato
solitario con Dios, no sólo permite sanar las heridas de la convivencia, sino
que posibilitan encontrar en el amor de Dios el sentido de la propia
existencia. Necesitamos invocar cada día la acción del Espíritu para que esa
libertad interior sea posible.
¿Has
pensado en algún momento de tu convivencia en matrimonio sacramental que este
podría no durar para toda la vida?
¿Tienes
ese espacio interior con Dios que supera el amor que puedas tenerle a tu
pareja?
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