viernes, 9 de abril de 2021

#1159 - Amoris Laetitia 77

Amoris Laetitia 77

NORMAS Y DISCERNIMIENTO

304. Es mezquino detenerse solo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano.

305. Por ello, un pastor no puede sentirse satisfecho sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones «irregulares», como si fueran rocas que se lanzan sobre la vida de las personas. En el caso de corazones cerrados, que suelen esconderse aun detrás de las enseñanzas de la Iglesia «para sentarse en la cátedra de Moisés y, juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas». En esta misma línea se expresó la Comisión teológica Internacional: «La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente persona, de toma de decisión. A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado – que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno – se puede vivir en gracia de Dios, se puede amar, y también se puede crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello toda la ayuda de la Iglesia… Por creer que todo es blanco o negro a veces cerramos el camino de la gracia y del crecimiento, y desalentamos caminos de santificación que dan gloria a Dios. Recordemos que «un pequeño paso, en medio de grandes limites humanos, puede ser más agradable a Dios que la vida exteriormente correcta de quien transcurre sus días sin enfrentar importantes dificultades.

¿Crees que los pastores están bien formados para atender situaciones “irregulares”?

¿Haz juzgado a aquellos que han tenido dificultades en su vida, sin conocer a fondo la raíz de su problema? 

No hay comentarios.: