La Iglesia en la
que creemos 37
Capitulo IX.
Apostolicidad en el dialogo ecuménico
“…la primera Iglesia entendió que era apostólica en su fe y
en su ministerio…Es casi imposible imaginarse una Iglesia cristiana que no
reclame que su fe y su ministerio son apostólicos”.
“…alguien insistirá que la única norma de la apostolicidad
en la fe proviene de los documentos escritos sobre las enseñanzas que los apóstoles dejaron a la Iglesia
en el Nuevo Testamento…Para otras iglesias lo explícitamente depositado en
estos escritos apostólicos puede pretender ser normativo en relación a la
apostolicidad de la fe cristiana…Otras Iglesias, aunque reconocen la
importancia primordial de Nuevo Testamento, también insisten en el papel
normativo de la tradición como vehículo mediante el cual la Iglesia ha transmitido su compresión y su práctica de la fe apostólica. Estas
iglesias demostrarán su apostolicidad
mediante su adhesión a la enseñanza de los Padres de la Iglesia y a las
decisiones doctrinales de los grandes concilios ecuménicos”.
“Igualmente las iglesias emplearán diferentes criterios como
base para su petición de la apostolicidad del ministerio. Para algunos, el
mandato apostólico fue transmitido a toda la iglesia post-apostólica, de forma
que cada congregación cristiana poseía la plenitud del ministerio apostólico y
comunicaba una participación de su mandato apostólico a la persona que escogía
como ministro. Para otros, el papel de la comunidad era sencillamente reconocer
y confirmar los dones carismáticos mediante los cuales el Espíritu Santo
designaba a ciertas personas para el ministerio. Otros ven en el Nuevo
Testamento una distinción entre un ministerio puramente carismático y el modelo
más estable de ministerio que los apóstoles y sus colaboradores establecieron
eligiendo hombres cualificados en cada comunidad y ordenándoles mediante la
imposición de manos y la oración.
Algunas iglesias sostienen que solo los ordenados de esta forma pueden a su vez
ordenar a otros, pero, puesto que el Nuevo Testamento no distingue claramente
entre los llamados «presbíteros» y los «episkopoi», mantienen que los
presbíteros gozan de la plenitud del ministerio apostólico y pueden compartirla
ordenando a otros. Sin embargo, hay iglesias que consideran a los obispos como
sucesores de los apóstoles en el ministerio del liderazgo pastoral y de la
enseñanza con autoridad, en un sentido que no corresponde a los
presbíteros…Finalmente, la Iglesia Católica sola cree que únicamente la Iglesia
de Roma posee el titulo especial de la apostolicidad y que la comunión con el
obispo de esta iglesia es un elemento de la plena apostolicidad del resto de
los obispos y de sus iglesias”.
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