miércoles, 30 de septiembre de 2020

#959 - La Iglesia en la que creemos 37

 

La Iglesia en la que creemos
Una, santa, católica y apostólica
Francis A. Sullivan, S.J
(Resumen sinóptico)


La Iglesia en la que creemos 37

Capitulo IX. Apostolicidad en el dialogo ecuménico

“…la primera Iglesia entendió que era apostólica en su fe y en su ministerio…Es casi imposible imaginarse una Iglesia cristiana que no reclame que su fe y su ministerio son apostólicos”.

“…alguien insistirá que la única norma de la apostolicidad en la fe proviene de los documentos escritos sobre las enseñanzas que los apóstoles dejaron a la Iglesia en el Nuevo Testamento…Para otras iglesias lo explícitamente depositado en estos escritos apostólicos puede pretender ser normativo en relación a la apostolicidad de la fe cristiana…Otras Iglesias, aunque reconocen la importancia primordial de Nuevo Testamento, también insisten en el papel normativo de la tradición como vehículo mediante el cual la Iglesia  ha transmitido su compresión  y su práctica de la fe apostólica. Estas iglesias demostrarán  su apostolicidad mediante su adhesión a la enseñanza de los Padres de la Iglesia y a las decisiones doctrinales de los grandes concilios ecuménicos”.

“Igualmente las iglesias emplearán diferentes criterios como base para su petición de la apostolicidad del ministerio. Para algunos, el mandato apostólico fue transmitido a toda la iglesia post-apostólica, de forma que cada congregación cristiana poseía la plenitud del ministerio apostólico y comunicaba una participación de su mandato apostólico a la persona que escogía como ministro. Para otros, el papel de la comunidad era sencillamente reconocer y confirmar los dones carismáticos mediante los cuales el Espíritu Santo designaba a ciertas personas para el ministerio. Otros ven en el Nuevo Testamento una distinción entre un ministerio puramente carismático y el modelo más estable de ministerio que los apóstoles y sus colaboradores establecieron eligiendo hombres cualificados en cada comunidad y ordenándoles mediante la imposición  de manos y la oración. Algunas iglesias sostienen que solo los ordenados de esta forma pueden a su vez ordenar a otros, pero, puesto que el Nuevo Testamento no distingue claramente entre los llamados «presbíteros» y los «episkopoi», mantienen que los presbíteros gozan de la plenitud del ministerio apostólico y pueden compartirla ordenando a otros. Sin embargo, hay iglesias que consideran a los obispos como sucesores de los apóstoles en el ministerio del liderazgo pastoral y de la enseñanza con autoridad, en un sentido que no corresponde a los presbíteros…Finalmente, la Iglesia Católica sola cree que únicamente la Iglesia de Roma posee el titulo especial de la apostolicidad y que la comunión con el obispo de esta iglesia es un elemento de la plena apostolicidad del resto de los obispos y de sus iglesias”.


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