Amoris Laetitia 46
Capitulo V. Amor que
se vuelve fecundo
165. El amor siempre da vida…Los
cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de si mismos la realidad
del hijo…
ACOGER
UNA NUEVA VIDA
166. La familia es el ámbito no solo de
la generación sino de la acogida de la vida que llega como regalo de Dios…Es la
belleza de ser amados antes: los hijos son amados antes de que lleguen…«son
amados antes de haber hecho algo para merecerlo». Sin embargo, «numerosos niños
desde el inicio son rechazados, abandonados, les roban su infancia y su
futuro…Si un niño llega al mundo en circunstancias no deseadas, los padres, u
otros miembros de la familia, deben hacer todo lo posible por aceptarlo como
don de Dios y por asumir la responsabilidad de acogerlo con apertura y cariño
…con tal de evitar que un niño piense que es un error, que no vale nada y que
ha sido abandonado a las heridas de la vida y a la prepotencia de los hombres»
167. Las familias numerosas son una
alegría para la Iglesia. En ellas, el amor expresa su fecundidad generosa. Esto
no implicar olvidar una sana advertencia de san Juan Pablo II, cuando explicaba
que la paternidad responsable no es «procreación ilimitada o falta de
conciencia de lo que implica educar a los hijos…teniendo en cuenta tanto las
realidades sociales y demográficas, como su propia situación y sus deseos
legítimos».
¿Sientes
que fuiste acogido por tus padres desde que tuviste conciencia de quien eras?
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