La Iglesia en la que creemos
Una, santa, católica y apostólica
Francis A. Sullivan, S.J
(Resumen sinóptico)
Las iglesias
orientales separadas de Roma
“El tercer capítulo del Decreto sobre el Ecumenismo (Unitatis Redintegratio)…habla de
iglesias orientales…que están separadas de Roma. Entre ellas se incluyen las
iglesias que utilizan el nombre de
«Ortodoxas» (que aceptan las decisiones de los siete concilios ecuménicos del
primer milenio), así como otras, como las iglesias Nestorianas y Copta, que rechazan alguno de
estos concilios.
…estas comunidades cristianas orientales están reconocidas
como iglesias particulares, comparables, si no iguales en todos los aspectos,
con las iglesias particulares de la Iglesia Católica”.
“…las iglesias Patriarcales ocupan el primer lugar… entre
las orientales han prevalecido y prevalece aun la preocupación y el cuidado por
mantener en la comunión de la fe y de la caridad unas relaciones fraternas, las
que deben regir entre iglesias locales que son hermanas (14b)”.
“…mediante la celebración de la Eucaristía del Señor en cada
una de estas iglesias, la Iglesia de Dios se va construyendo y aumentando, mientras que mediante el rito
de concelebración se manifiestan los vínculos entre unos y otros. (15a)”.
“…poseen verdaderamente sacramentos, sobre todo- mediante la
sucesión apostólica- el sacerdocio y la Eucaristía, por lo que todavía aún
están unidas a nosotros con una íntima relación”.
Las «comunidades eclesiales» separadas
“…la distinción del concilio entre «iglesias» y «comunidades
eclesiales» está basada en el principio de que no existe la plena realidad de
la Iglesia donde no existe la plena realidad de la Eucaristía”.
“En estas comunidades la única Iglesia de Cristo está
presente, aunque de forma imperfecta…”.
“…de una forma real, aunque imperfecta las comunidades
eclesiales participan en la naturaleza y función de la única Iglesia de Cristo
como «sacramento de salvación»”.
La comunión eclesial
dentro de la Iglesia Católica
“Lumen
Gentium describe los lazos mediante los cuales los católicos se incorporan en
la Iglesia…:
Están
totalmente incorporados en la sociedad de la Iglesia quienes poseyendo el Espíritu
de Cristo, aceptan todo su sistema y todos los medios de salvación depositados en ella, y a través de la unión
con su estructura visible se unen a Cristo, quien al gobierna a través del Sumo
Pontífice y los obispos. Esta unión se lleva a cabo mediante los vínculos de la
profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la
comunión. No se salva, sin embargo, quien a pesar de ser parte del cuerpo de la
Iglesia, no persevere en la caridad. Permanece en el seno de la Iglesia, pero
solamente de una forma «corporal» pero no con el «corazón». (LG 14)
…la expresión «poseer el Espíritu de Cristo »…es equivalente
a la expresión más común «estar en estado de gracia»”.
…Para los católicos, estar unidos a la Iglesia por el
«vinculo del gobierno eclesiástico» significa que reconocen a su párroco, a su
obispo diocesano y al Papa, así como a sus pastores legítimos y, a cambio, sus
pastores les reconocen como miembros de su rebaño. Esta relación es de tipo
jurídico: esto es, requiere el mutuo reconocimiento de derechos y deberes entre
las personas. Los católicos acatan ciertas obligaciones en relación con su
párroco, su obispo y el Papa y, ellos, a cambio, reconocen su derecho al
cuidado y ministerios pastorales. A esto le denominamos «comunión jurídica»”.
“…el característico vinculo de «comunión» se refiera a las
relaciones que unen a los católicos entre si dentro de la vida de la Iglesia
como comunidad. Abarcaría todas las formas en que los católicos expresan su
solidaridad con los demás como miembros de la misma Iglesia. Quizá «comunión»
(koinonia) es la palabra que mejor expresa este aspecto de la comunión
eclesial”.
“…Un
católico en estado de gracia posee la plenitud de comunión que el católico
estado de pecado mortal no arrepentido no tiene”.
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