Nos dice Isaías 40, 28-31:”El Señor es un Dios eterno y creo
los confines del mundo. No se cansa, no se fatiga, es insondable su
inteligencia. El da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido…los que
esperan en el Señor renuevan sus
fuerzas, echan como alas de águilas, corren sin cansarse, marchan sin
fatigarse”.
Jesús manifiesta estos atributos de Dios cuando dice en
Mateo 11, 30:”…mi yugo es suave y mi carga ligera”.
Y es que “la imagen del yugo en la tradición bíblica sirve
para manifestar la unión positiva entre Israel y Dios. El pueblo era exhortado
a “vivir bajo el yugo de Dios” (Jr 2,20) y el “yugo de la sabiduría” (Eclo
51,26)…el yugo de Dios y de Jesús no es para oprimir o esclavizar sino para
sentir confort y encontrar paz en nuestra vida”. Porque como proclama
Isaías, el Señor da fuerza a quien está
cansado y renueva nuestras fuerzas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario