Como me mueves!
¡Cómo me mueves, Señor!
Cuando sabiendo mi apuro
en las horas de trabajo
me levantas de la silla
y me diriges allí
donde lo resuelves todo.
Me encuentro con la persona
que se esperaba mi ayuda
y recibo también de ella
cuanto yo necesitaba.
Entonces, Señor, te siento
en mí y dentro de Ti
y veo que nada se mueve
si tu fuerza no lo guía
Estas por tanto mi Dios
en todo espacio e instante.
William Como me mueves!
¡Cómo me mueves, Señor!
Cuando sabiendo mi apuro
en las horas de trabajo
me levantas de la silla
y me diriges allí
donde lo resuelves todo.
Me encuentro con la persona
que se esperaba mi ayuda
y recibo también de ella
cuanto yo necesitaba.
Entonces, Señor, te siento
en mí y dentro de Ti
y veo que nada se mueve
si tu fuerza no lo guía
Estas por tanto mi Dios
en todo espacio e instante.
William Quintana Nieves
31 de enero de 2009
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