Jóvenes, niños, ancianos
Los jóvenes, esperanza de la Iglesia
46. … los jóvenes constituyen una
fuerza excepcional y son un gran desafío para el futuro de la Iglesia… el
Concilio ha definido a los jóvenes como «la esperanza de la Iglesia».
Leemos en la carta dirigida a los
jóvenes del mundo el 31 de marzo de 1985: «La Iglesia mira a los jóvenes; es más.
La Iglesia de manera especial se mira a si misma en los jóvenes» …
Los jóvenes… son de hecho – y deben
ser incitados a serlo – sujetos activos, protagonistas de la evangelización y
artífices de la renovación social.
Como han dicho los Padres sinodales, «la
sensibilidad de la juventud percibe profundamente los valores de la justicia,
de la no violencia y de la paz. Su corazón esta abierto a la fraternidad, a la
amistad y a la solidaridad. Se movilizan al máximo por las causas que afectan a
la calidad de vida y a la conservación de la naturaleza. Pero también están
llenos de inquietudes, de desilusiones, de angustias y miedo al mundo, además
de las tentaciones propias de su estado.
La Iglesia ha de revivir el amor de
predilección que Jesús ha manifestado por el joven del Evangelio… Por eso la
Iglesia no se cansa de anunciar a Jesucristo, de proclamar su Evangelio como la
única y sobreabundante respuesta a las mas radicales aspiraciones de los jóvenes,
como la propuesta fuerte y enaltecedora de un seguimiento personal («ven y sígueme»
(Mc 10,21)…
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