35.
Los cristianos no
podemos renunciar proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la
sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad
frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los
valores que podemos y debemos aportar…Nos cabe un esfuerzo más responsable y
generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por
el matrimonio y la familia.
36.…tenemos que ser humildes y
realistas, para reconocer que a veces nuestro modo de presentar las
convicciones cristianas, y la forma de tratar a las personas, han ayudado a
provocar lo que hoy lamentamos…con frecuencia presentamos el matrimonio de tal
manera que su fin unitivo, el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda, mutua,
quedo opacado por un acento casi excluyente en el deber de la procreación. Tampoco
hemos hecho un buen acompañamiento de los nuevos matrimonios en sus primeros años,
con propuestas que se adapten a sus horarios, a sus lenguajes, a sus
inquietudes más concretas. Otras veces, hemos presentado un ideal teológico del
matrimonio demasiado abstracto…lejano de la situación concreta y de las
posibilidades efectivas de las familias reales.
37.
Durante mucho tiempo
creímos que con solo insistir en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales,
sin motivar la apertura a la gracia, ya sosteníamos suficientemente a las
familias, consolidábamos el vínculo de los esposos y llenábamos de sentido sus vidas
.compartidas. tenemos dificultad para presentar el matrimonio más como un
camino dinámico de desarrollo y realización que como un peso que soportar toda
la vida…Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender
sustituirlas.
¿Crees que toda relación
entre dos seres humanos, aunque sean del mismo sexo y lo hagan por amor, debe
llamarse matrimonio tal y como lo entendemos los cristianos?
¿ha sido tu
matrimonio camino de desarrollo y realización para ti y para ambos?
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