Ezequiesl 34, 1-11 nos narra lo que el Señor le pidió que profetizara sobre los pastores de Israel.
Dice así el profeta: " ...mis ovejas fueron pasto de las fieras salvajes, por falta de pastor; porque mis pastores no cuidaban mi rebaño, los pastores se apacentaban a si mismos y mi rebaño no lo apacentaban...Me voy a enfrentar con los pastores:les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores de mis ovejas para que dejen de apacentarse a si mismos...libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar ...Yo mismo buscaré en persona mis ovejas siguiendo su rastro."
En Jesús se cumple esta profecía y es El quien hoy nos sigue buscando en los callejones de la vida en los que a veces nos perdemos. Estemos atentos a Su voz.
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