martes, 25 de septiembre de 2018

#467 - Así se creo nuestra Patria 5

Ensayo – William Quintana Nieves
El camino de la Historia del Hombre sobre la Tierra tomó infinitas vertientes. Al final, o en el trayecto de cada una de ellas se fueron fundando los clanes, las tribus, los pueblos, las naciones. En esa multiplicidad de rutas que exploró el hombre primitivo, ya por tierra ya por mar, llegaron sus descendientes al Caribe. De los araucas suramericanos surgen los taínos, dando comienzo así a nuestra herencia nativa.
Y aunque no existe hoy, por causa de La Conquista, un taíno puro en su Borikén, sólo hay que escuchar nuestro vocabulario cotidiano o leer los numerosos estudios genéticos que se han realizado para darnos cuenta que esa raza que decidió sentar sus bases en nuestro país vive aún en cada uno de nosotros. Sobre todo, conocemos hoy por los estudios arqueológicos realizados que la cultura taína conquistó las grandes islas del mar Caribe, imponiendo su cultura: con su lenguaje, con su religión, sus conocimientos en el  cultivo de la tierra y su organización social.  De entre estos hombres  y mujeres surgen los primeros defensores de nuestra tierra, que era su Patria. Uno de ellos, precisamente nacido en la comarca sureña que incluye hoy a Ponce, lo fue Agueybaná el Bravo. Por su lucha hasta la muerte contra quienes habían invadido su territorio y les esclavizaban sin piedad, es Agueybaná el Bravo sin duda nuestro primer patriota: símbolo del que defiende a su gente, su cultura y su independencia.
Junto a los que buscaban tesoros y comercio llegó también la Iglesia. Una Iglesia, que aunque unida al Imperio y cómplice con el en muchas barbaridades, fue abriendo  brechas en favor de los indios, y de los negros esclavos, proveyendo formación y educación a todos los niveles de la nación que iba surgiendo. Cabe destacar a nuestro primer Obispo nativo, don Juan Alejo de Arizmendi. Con la nueva potencia invasora del Norte, la Iglesia Católica representó un frente de lucha  en defensa de lo que era ya la puertorriqueñidad: logró que la Iglesia de Puerto Rico permaneciera  fuera de la influencia de la Iglesia de los EUA, defendió nuestro idioma y nuestra cultura latinoamericana. Prominentes líderes religiosos y patriotas católicos dieron su vida por la reivindicación de nuestra independencia. Destacan entre muchos, Monseñor Antulio Parrilla y Don Pedro Albizu Campos. Hoy podemos incluir entre ellos a nuestro actual Arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves.
Toda esta trayectoria histórica significa algo transcendental para nuestro futuro como nación. Significa que, no empece a  los atropellos, vejaciones y a los complejos de pueblo incapaz de nada, que nos han hecho creer los servidores de los Imperios que nos han dominado y aún nos dominan, somos una nación que todavía resiste. Más aún, que todavía existe y vive. No hay más que ver los innumerables logros que como individuos y colectivamente seguimos logrando a nivel mundial, en las ciencias, en la literatura, en la música, en el deporte, en el arte; en fin, en todos los campos de la sabiduría humana. Esto nos hace no menos que iguales a tantas otras naciones, más pequeñas y con menos recursos, que son hoy en día las economías triunfantes del mundo. Por ejemplo: Singapur y Estonia. No perdamos pues, la fe y la confianza, en nuestras potencialidades.
Si algún día nuestra Patria desaparece será porque hemos dejamos de ser puertorriqueños. Y esa sería la mayor traición a nosotros mismos. ¡Despierta boricua, con valor y sacrificio lo lograremos!

No hay comentarios.: