“Nadie puede creer en mi si no se lo concede el Padre” (Juan 6,65).
“Porque cuando habla aquel a quien Dios ha enviado es Dios mismo quien habla” (Juan 3, 34).
“Mí alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo sus planes” (Juan 4, 34).
“Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; el hace únicamente lo que ve hacer al Padre” (Juan 5, 19).
“El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre” (Juan 5, 23).
(Tenemos un Padre que en Cristo Jesús ha manifestado toda Su gloria y que por el bautismo nos hizo sus hijos adoptivos. Y como hijos tiene la herencia de la vida eterna para cada uno de nosotros.
Al renovar esta próxima Pascua nuestras promesas bautismales renovemos también ese compromiso de hacer la voluntad del Padre).
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