Venerar el inviolable derecho a la vida
Con el enorme desarrollo de las
ciencias biológicas y médicas, junto al sorprendente poder tecnológico, se han abierto
en nuestros días nuevas posibilidades y responsabilidades en las fronteras de
la vida humana.
La conciencia moral de la
humanidad no puede permanecer extraña o indiferente a los pasos gigantescos
realizados por una potencia tecnológica, que adquiere un dominio cada vez mas
dilatado y profundo sobre los dinamismos que rigen la procreación y las
primeras fases de desarrollo de la vida humana. En este campo y quizás nunca
como hoy, la sabiduría se presenta como la única tabla de salvación, para que
el hombre, tanto en la investigación científica teórica como en la aplicada,
pueda actuar siempre con inteligencia y con amor; es decir, respetando todavía
más, venerando la inviolable dignidad personal de todo ser humano, desde el
primer momento de su existencia.
«Los cristianos han de
ejercitar su responsabilidad como dueños de la ciencia y de la tecnología, no
como siervos de ella…es de máxima importancia que los laicos cristianos – con
la ayuda de toda la Iglesia – asuman la responsabilidad de hacer volver la
cultura a los principios de un autentico humanismo, con el fin de que la
promoción y la defensa de los derechos humanos puedan encontrar fundamento
dinámico y seguro en la misma esencia del hombre, aquella esencia que la
predicación evangélica ha revelado a los hombres».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario