Lucas, 4, 31-37
"Cuando dejamos de conocer y reconocer a Jesús, no somos mejores que el demonio que expulso en la sinagoga de Cafarnaúm. El demonio conocía bien a Jesús y lo rechazo. Así nos puede pasar a nosotros cuando vivimos discriminando, explotando u oprimiendo a otras personas. No importa que tanto conozcamos al Maestro y su proyecto del Reino, si no nos acerca a una sincera hambre de unión con El no nos hará madurar. Romper con nuestras esclavitudes: envidias, miedos, depresiones, egoísmos o mostrar, como Bautizados y Enviados, autoridad con nuestro testimonio, colaborando con el desarrollo y promoción de la justicia, la verdad, la paz y la solidaridad, eso es hacer vida el Evangelio. Jesús desea que su enseñanza y fuerza curativa se siga realizando en el aquí y ahora de nuestras vidas y de nuestras comunidades. Somos la Iglesia de Cristo llamada a sanar a través de, los sacramentos y la acogida fraterna, repartiendo esperanza, liberando de esclavitudes, venciendo el mal, anunciando así , la Buena Nueva. ?Cuales son nuestros <demonios> particulares?"
Tomado del Diario Biblico 2021
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