Discurso misional
A favor o en contra de Jesús (Mt
10, 32-33)
(Lc 12, 8-9)
32. Al que me reconozca abiertamente ante
los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.
33. Pero yo renegaré ante mi Padre que
está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres.
Jesús, causa de división (Mt 10
34-39)
(Lc 12, 51-53; 14, 26-27)
34. No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.
35. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra;
36. y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.
37. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
38. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
39. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
34. No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.
35. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra;
36. y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.
37. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
38. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
39. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
Recompensas (Mt 10, 40-42)
(Mc 9,41; Lc 9,48; Jn 13,20)
40. El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió.
40. El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió.
41. El que recibe a un profeta por ser
profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser
justo, tendrá la recompensa de un justo.
42. Les aseguro que cualquiera
que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos
pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa'.Jesús vuelve a recordarnos las situaciones y los riesgos que conllevan el seguirle y llevar su mensaje.
Y nos señala como tenemos que asistir a sus discípulos porque lo que hagamos a ellos a El mismo se lo hacemos.
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