ALFA Y OMEGA
“Cuando Dios,
en el principio creo los cielos y la tierra, la tierra era una masa caótica y
las tinieblas cubrían el abismo, mientras un viento divino aleteaba sobre las
aguas (Génesis 1, 1-2). En
el principio ya existía la Palabra; y la Palabra estaba junto a Dios y era
Dios, ya en el principio estaba junto a
Dios. Todo fue hecho por medio de ella y nada se hizo sin contar con ella. Entonces
dijo Dios: ¡Que exista la luz!...ese
fue el primer día…Y dijo Dios: ! Que exista el firmamento y separe unas aguas de
otras! Y así sucedió…ese fue el segundo día…Y dijo Dios: ! Que las aguas debajo del cielo se reúnan en un solo lugar, para que
aparezca lo seco! Y así sucedió…ese fue el tercer día…Y dijo Dios: ! Que haya lumbreras en el firmamento para separar
el día de la noche…Y sucedió así…ese fue el cuarto día… Y dijo Dios: ¡Rebosen las aguas de seres vivos, y que las aves vuelen sobre la
tierra…ese fue el quinto día…Y dijo Dios: - Que produzca la tierra seres vivientes: animales domésticos, reptiles
y animales salvajes, todos por especies. Y sucedió así…Dijo entonces Dios:
- Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza para que domine
sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales
domésticos, sobre los animales salvajes y sobre todos los reptiles que se
arrastran por el suelo. Y creo Dios al ser humano a su imagen; a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra lo(s) creó. Y
los bendijo Dios diciéndoles: <Sed fecundos y multiplicaos; llenad la tierra
y sometedla>…Y así sucedió…ese fue el sexto día (Génesis 1,
1-3.5-9.13-15.19-20.23-24.26-28.30).Cuanto fue hecho era ya vida en ella, y esa vida era
luz para la humanidad; luz que resplandece en las tinieblas y que las tinieblas
no han podido sofocar…En el mundo estaba [la Palabra] y, aunque el mundo fue
hecho por medio de ella, el mundo no la reconoció… (Juan 1, 1-5.10.14.18)
El Señor se apareció a Abran (Gn 12,7) e hizo una alianza con
él (Gn 15,18), con Isaac y con Jacob, la cual recordó cuando desde la
esclavitud en Egipto oyó el gemido de su pueblo (Ex 2, 23-24). El Señor hizo
que el mar se retirase (Ex 14,21).Y el Señor hablaba cara a cara con Moisés
como con un amigo (Ex 33,11) y no había nación que tuviera tan cercanos a sus
dioses y respondan cuando les invocan (Dt 4,7). El señor se dirigió a Moisés y le dijo: - Di a Aarón a sus
hijos: Así bendeciréis a los israelitas: ¡Que el Señor te bendiga y te proteja!!Que el Señor te mire con
benevolencia y tenga misericordia de ti! ¡Que el Señor te mire favorablemente y
te colme de paz! Invocarán así mi nombre sobre los israelitas y yo los
bendeciré (Números 6, 22-27). El
Señor es…mi salvador; es mi Dios, la fortaleza en que me resguardo; es mi
escudo, mi refugio y mi defensa… En mi angustia supliqué al Señor, a mi Dios
invoqué. Desde su santuario escucho mi grito, a sus oídos llegó mi clamor…Me
salvó de un enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo…el Señor fue mi
apoyo; me puso a salvo, me libró porque me amaba. El Señor me premia por mi
buena conducta, me recompensa por la inocencia de mis manos; porque he
respetado los caminos del Señor y no he sido infiel a mi Dios; tengo presente
todos sus mandatos y no me alejo de sus normas; he sido recto con él y me he
apartado del pecado. El Señor me premia por mi buena conducta, por mi inocencia
ante sus ojos. El es fiel con quien es fiel, honrado con el honrado, sincero
con el sincero… Pues tu Señor eres mi lámpara; el Señor ilumina mi oscuridad…El
camino de Dios es perfecto, la palabra de Dios exquisita; es un escudo para los
que en el confían. (2 Samuel 22,
2-3.7.18-32; Salmo 18 David). Porque
el Señor es un dios misericordioso que no los abandonará, ni aniquilará ni se
olvidará de la alianza que con juramento les hizo (Dt 4,31). Todos comieron el mismo alimento
espiritual y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebieron de la
roca espiritual que los acompañaba, roca que representaba a Cristo (1 Corintios
10, 3-4). El hará surgir un reino que nunca será destruido (Dn 2,44). Él
es un Dios de vivos, él es el único Dios (Mc 12, 26-28).
Porque “Yo soy el que soy” (Ex 3,14). Dios compasivo y
benévolo, lento en airarse y rico en amor y fidelidad (Ex 34, 6); vuestro Dios
Santo (Is 1,4), que saco del lodo al miserable y levanta de la basura al pobre.
Guía los pasos de sus amigos (1 Sam 8.9). Redentor (Is 49,26), vuestro Padre
(Is 63, 16), Dios verdadero (Jer 10,10), dueño de la tierra (Zac 6,5). Rey del
cielo y de la tierra (Esd 5,11), Dios grande (Neh 8,6), soberano de todo (1 Cr
29, 10-). Dios misericordioso (Tob 3,11). Soberano de los espíritus y de toda
potestad (2 Mac 3,24). Bondadoso, paciente (Sab 15,1), dueño de la vida. Dios
de tu vida (Ecl 23,1.4). Constructor del universo (Heb 3,4). Por eso no tienen
por qué sentir miedo pues su voluntad es darles el reino (Lc 12,32), ser su
libertador (Lc 24,21).
El don prometido, la fuerza que viene de Dios les será
enviada (Lc 24,49). Y es que saldrá de Sion la ley; de Jerusalén la palabra del
Señor (Is 2,1). Rasgará el Señor en este monte el velo que tapa a los pueblos.
Destruirá para siempre la muerte (Is 25, 7-8). Un rebrote saldrá del tocón de Jesé, de sus raíces brotará
un renuevo. El espíritu del Señor en el reposará; espíritu de inteligencia y sabiduría, espíritu de consejo
y valor, espíritu de conocimiento y respeto al Señor…No juzgará a primera vista ni dará sentencias de
oídas; juzgará con justicia a los
humildes de la tierra…la justicia será su ceñidor, la lealtad rodeará su
cintura. El lobo vivirá con el cordero, la pantera se echará con el cabrito,
novillo y león pacerán juntos y un muchacho será su pastor. La vaca pastará con
el oso, sus crías se echarán juntas; el león comerá paja como el buey. Jugará
el lactante en el agujero de la víbora. Nadie hará daños ni estragos en todo mi
monte santo. Pues rebosa el país conocimiento del Señor…Aquel día la raíz de
Jesé será el estandarte de los pueblos, a ella acudirán las naciones y será
esplendorosa su morada (Isaías 11, 1-10).Dios, de acuerdo con sus promesas, hizo surgir
de su linaje un salvador: Jesús, (Hch 13,23), a quien “llamarán Dios con nosotros” (Mt 18, 23). Y la Palabra se encarnó y habitó entre
nosotros; y vimos su gloria. (Juan 1,18). Él
es la fuerza salvadora de la que dan testimonio la ley y los profetas (Ro 3,21).
Dios, que nos ha elegido para vivir en unión con su Hijo Jesucristo, es un Dios
que cumple su palabra (1 Co 1,2.9.24.29). Cristo, origen de todas las cosas (Rm
28, 18-20), Luz que ilumina el camino hacia el encuentro con El, Palabra de
Dios encarnada y gloriosa (Jn 1, 1-5.10.14.18); Dios redentor que con el Padre
y el Espíritu Santo nos diviniza. Lo que existía desde el principio, lo
que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos
contemplado y tocado con nuestras manos en relación con la Palabra de la vida,
- se trata de la vida eterna que estaba junto al Padre y que se ha manifestado,
que se nos ha hecho visible y nosotros la hemos visto damos testimonio de ella
os la anunciamos (1 Juan 1 1-2). Bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo nos hace sus discípulos para enseñarnos a cumplir la
voluntad del Padre (Mt 28, 18-19) que por Él nos redimió del pecado y nos dió
la Vida plena en el Espíritu Santo. Por eso en El vivimos, nos movemos y
existimos como miembros de su Cuerpo que es la Iglesia, de la cual Él es la
Cabeza (Col 1,18) y nosotros piedras
vivas (Ef 2, 19). Nadie
puede proclamar:<Jesús es Señor>, si no es bajo la acción del Espíritu
Santo… El Espíritu produce
amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad, humildad y dominio
de si mismo (Gálatas 5, 22-23). Dios
es amor. Y Dios ha demostrado que nos ama enviando a su Hijo único al mundo
para que tengamos vida en medio de él…Estamos seguros de que permanecemos en
Dios y Dios permanece en nosotros, porque nos ha hecho participes de su Espíritu…Quien
reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él (1 Juan
4, 8-9.13.15). Formamos el cuerpo de Cristo y cada uno por separado constituye
un miembro. Es Dios quien ha asignado en la Iglesia un puesto a cada uno… (1
Corintios 12, 3.22). A
nosotros la gente nos ha de considerar como lo que somos: servidores de Cristo
y administradores de los planes secretos de Dios. Y lo que a un administrador
se le pide es que sea fiel (1 Corintios 4, 1-2).Tu espíritu inmortal está en todos los seres (Sab 12,1). Es
rey y su misión consiste en dar testimonio de la verdad. Precisamente para eso
nació y para eso vino al mundo (Juan 18, 37).El estará con nosotros hasta
que toda la creación sea restaurada ya que las tinieblas no prevalecerán (Mt
28, 20). Él es el primero y
el último. Él es el que vive. Estuvo muerto, pero ahora vive para siempre y tiene
el su poder las llaves de la muerte y del abismo (Apocalipsis 1, 17-18). Esforcémonos
en conocer al Señor; segura como la aurora es su venida (Os 6,2).Entonces en el momento final,
aniquiladas todas las potencias enemigas, Cristo entregará el reino a Dios
Padre (1 Co 15,24). El reino de Dios consiste en una vida recta, alegre y
pacifica que procede del Espíritu Santo (Ro 14, 17). Dios, que no miente, prometió
esa vida desde la eternidad (Tito 1,2). Dios cumplirá así su plan secreto
anunciado como buena noticia a sus servidores los profetas (Ap 10,7).
Citas de la Biblia Traducción Interconfecional
No hay comentarios.:
Publicar un comentario