viernes, 26 de agosto de 2022

#1640 - Los fieles laicos 49

En su Exhortación Apostólica postsinodal Christifideles laici de 1987, “Sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”, San Juan Pablo II escribe como si estuviera hablándonos en el momento que actualmente estamos viviendo en el mundo y en la Iglesia.     

Situar al hombre en el centro de la vida económico-social

43. El servicio a la sociedad por parte de los fieles laicos encuentra su momento esencial en la cuestión económico-social, que tiene por clave la organización del trabajo.

La gravedad actual de los problemas que implica tal cuestión, considerada bajo el pinto de vista del desarrollo y según la solución propuesta por la doctrina social de la Iglesia, ha sido recordada… en la Encíclica Sollicitudo reis sociales…

Entre los baluartes de la doctrina social de la Iglesia está el principio de la destinación universal de los bienes… Al servicio de esta destinación se encuentra la propiedad privada, que… posee una intrínseca función social. Concretamente el trabajo del hombre y de la mujer representa el instrumento mas común e inmediato para el desarrollo de la vida económica, instrumento, que al mismo tiempo, constituye un derecho y un deber de cada hombre.

«También en la vida económico-social deben respetarse y promoverse la dignidad de la persona humana, su entera vocacion y el bien de toda la sociedad. Porque el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social».

… los fieles laicos han de comprometerse, en primera fila, a resolver los gravísimos problemas de la creciente desocupación…a convertir el lugar de trabajo en una comunidad de personas respetadas en su subjetividad y en su derecho a la participación…

Con ese fin, los fieles laicos han de cumplir su trabajo con competencia profesional, con honestidad humana, con espíritu cristiano, como camino de la propia santificación.

En relación con la vida económico-social y con el trabajo, se plantea hoy, de modo cada vez mas agudo, la llamada cuestión «ecológica» … esta es una tarea que el hombre ha de llevar a cabo respetándola imagen divina recibida… debe sentirse responsable de los dones que Dios le ha concedido y continuamente le concede. El hombre tiene en sus manos un don que debe pasar – y si fuera posible, incluso mejorado – a las futuras generaciones.

Una justa concepción del desarrollo no puede prescindir de estas consideraciones, relativas al uso de los elementos de la naturaleza, a la renovabilidad de los recursos y a las consecuencias de una industrialización desordenada..

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