Ha llegado la hora de emprender una
nueva evangelización (Cont.)
«¡No tengáis miedo! ¡Abrid, abrid de
par en par las puertas a Cristo! Abrid a su potestad salvadora los confines de
los Estados, los sistemas tanto económicos como políticos, los dilatados campos
de la cultura, de la civilización, del desarrollo. ¡No tengáis miedo!... Permitid,
por tanto – os ruego, os imploro con humildad y confianza – permitid a Cristo
que hable al hombre. Sólo Él tiene palabras de vida, ¡si!, de vida eterna».
Esta nueva evangelización… está
destinada a la formación de comunidades eclesiales maduras, en las cuales la fe
consiga liberar y realizar todo su originario significado de adhesión a la
persona de Cristo y a su Evangelio, de encuentro y de comunión sacramental con
Él, de existencia vivida en la caridad y en el servicio.
Los fieles laicos tienen su parte que
cumplir en la formación de tales comunidades eclesiales, no sólo con una
participación activa y responsable en la vida comunitaria y, por tanto, con su
insustituible testimonio, sino también con el empuje y la acción misionera
entre quienes todavía no creen o ya no viven la fe recibida en el Bautismo.
… los catequistas,… «tiene una tarea
de gran peso en la animación de las comunidades eclesiales».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario