lunes, 14 de diciembre de 2020

#1034 - Amoris laetitia 62

 

Amoris Laetitia 62

Acompañar después de rupturas y divorcios

241. En algunos casos, la valoración de la dignidad propia y del bien de los hijos exige poner un límite firme a las pretensiones excesivas del otro, a una gran injusticia, a la violencia o a una falta de respeto que se ha vuelto crónica. Hay que reconocer que «hay casos en que la separación es inevitable. Hay veces puede llegar a ser incluso moralmente inevitable…»…Pero «debe considerarse como un remedio extremo, después de que cualquier intento razonable haya sido inútil».

242…. Un discernimiento particular es indispensable para acompañar pastoralmente a los separados, los divorciados, los abandonados…El perdón por la injusticia sufrida no es fácil, pero es un camino que la gracia hace posible. De aquí la necesidad de un pastoral de la reconciliación y de la mediación, a través de centros de escucha especializados que habría que establecer en las diócesis»…«hay que alentar a las personas divorciadas que no se han vuelto a casar…a encontrar en la Eucaristía el alimento que los sostenga en su estado…».

243. A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que «no están excomulgadas» y no son tratadas como tales, porque siempre integran la comunidad eclesial.

244…. Un gran número de Padres «subrayó la necesidad de hacer mas accesibles y agiles, posiblemente totalmente gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad». La lentitud  de los procesos irrita y cansa a la gente…el mismo Obispo en su Iglesia…es por eso mismo juez entre los fieles que se le han confiado»…llamados a juzgar ellos mismos algunas causas y a garantizar, en todos los modos, un acceso más fácil de los fieles a la justicia…Por tanto, será, necesario poner a la disposición de las personas separadas o de las parejas en crisis un servicio de información, consejo y mediación, vinculado a la pastoral familiar…

245…. A los padres separados les ruego: « Jamás, jamás, jamás tomar al hijo como rehén...que no sean los hijos quienes carguen el peso de esta separación…

 ¿Conoces de parejas divorciadas que asisten a la Iglesia?

¿Hay en tu parroquia una pastoral familiar estructurada para atender estas crisis de separación o divorcio?


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