Amoris Laetitia 45
La trasformación del amor
163. La prolongación de la vida hace que
se produzca algo que no era común en otros tiempos: la relación íntima y la
pertenencia mutua deben conservarse por cuatro, cinco o seis décadas, y esto se
convierte en una necesidad de volver a elegirse una y otra vez. Quizás el
cónyuge ya no está apasionado por un deseo sexual intenso que le mueva hacia la
otra persona, pero siente el placer de pertenecerle y que le pertenezcan, de
saber que no está solo, de tener un «un cómplice», que conoce toda su vida y de
su historia y que comparte todo…sí podemos tener un proyecto común estable,
comprometernos a amarnos y a vivir siempre una rica intimidad. El amor que nos
prometemos supera toda emoción, sentimiento o estado de ánimo, aunque pueda
incluirlos…cada uno de los dos hace un camino de crecimiento y de cambio
personal.
164. En la historia de un matrimonio, la
apariencia física cambia, pero esto no es razón para que la atracción amorosa
se debilite…Cuando los demás ya no pueden reconocer la belleza…, el cónyuge enamorado sigue
siendo capaz de percibirla con el instinto del amor, y el cariño n o
desaparece…Porque la emoción provocada por otro ser humano como persona […] no
tiende de por si al acto conyugal». Adquiere otras expresiones sensibles…nada
de esto es posible si no se invoca al Espíritu Santo, si no se clama día a día
pidiendo su gracia, si no se busca su fuerza sobrenatural, si no se le reclama
con deseo que derrame su fuego sobre nuestro amor para fortalecerlo, orientarlo
y transformarlo en cada nueva situación.
¿Consideras
tu relación de pareja un proyecto común que va progresando?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario