viernes, 13 de marzo de 2020
#770 - El domingo
El Domingo, es el día Señor. Para todo católico es el día más importante de la semana pues es invitado especial a celebrar con Jesús el Banquete Eucarístico, la Acción de Gracias al Padre por habernos redimido por medio de su Hijo Amado. Y es Jesús en la persona del sacerdote quien preside esta Cena, memorial incruento de su última Cena.
Es por la grandeza de esta celebración que todos los católicos debemos prepararnos interiormente para disfrutarla plenamente y recibir las gracias que el Señor derrama sobre sus hijos cada domingo.
Lo más deseable sería que pudiéramos comer el Cuerpo de Jesús en el cual El mismo se ofrece como alimento de Vida eterna. Más, sino podemos hacerlo por no estar debidamente preparados para ello, sepamos que Cristo, que es La Palabra encarnada, se nos ofrece también como alimento en esta primera parte Celebración Eucarística que conocemos como la Liturgia de la Palabra. Que esa Palabra, recibida y rumiada en nuestro interior, sea la Semilla que transforme nuestra vida y de frutos de amor hacia todos los hombres.
Y si aún necesitamos sentir esa presencia viva de Dios en nuestro interior unámonos en comunión espiritual con El para que envie Su Espíritu y nos colme de Su Gracia.
Sin embargo, hay un compromiso ineludible para los que no podamos comer el Pan de Vida. Cristo mismo lo instauró en su Iglesia: el Sacramento de la Reconciliación. No lo retrases mucho, trata que sea durante esa misma semana para el que el próximo domingo puedas comulgar plenamente.
Cristo, por medio otra vez, del sacerdote, lo perdona todo y espera ansioso que vayas a su encuentro, pues el quiere darte de si mismo en la próxima Cena Eucarística, que la Iglesia celebra cada dia.
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