Promover la dignidad de la persona
37. Redescubrir y hacer redescubrir la
dignidad inviolable de cada persona humana constituye una tarea esencial… es la
tarea central y unificante del servicio que la Iglesia, y en ella los fieles
laicos, están llamados a prestar a la familia humana.
Entre todas las criaturas de la tierra,
solo el hombre es «persona», sujeto consciente y libre y, precisamente por eso,
«centro y vértice» de todo lo que existe sobre la tierra.
:a dignidad personal es el bien mas
precioso que el hombre posee, gracias al cual supera en valor a todo el mundo
material….el hombre vale no por lo que «tiene»… sino por lo que «es». No cuentan
tanto los bienes de la tierra, cuanto el bien de la persona, el bien que es la
persona misma.
A causa de su dignidad personal, el
ser humano es siempre un valor en si mismo y por sí mismo y como tal exige ser
considerado y tratado… jamás puede ser tratado y considerado como un objeto
utilizable, un instrumento, una cosa.
La dignidad personal constituye el
fundamento de la igualdad de todos los hombres entre sí. De aquí que sean
absolutamente inaceptables las mas variadas formas de discriminación que, por
desgracia, continúan dividiendo y humillando la familia humana: desde las
raciales y económicas…sociales y culturales… políticas…geográficas.
Fundamento de la igualdad de todos los
hombres, la dignidad personal es también el fundamento de la participación y la
solidaridad de los hombres entre sí: el diálogo y la comunión…
… el individuo nunca puede quedar reducido a todo aquello que lo querría aplastar y anular en el anonimato de la colectividad, de las instituciones, de las estructuras, del sistema. En su individualidad, la persona no es un número, no es un eslabón mas de una cadena, ni un engranaje del sistema.
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