“Teología moral
fundamental”
José Román Flecha
Andrés
1994
Capitulo IX: El papel de la conciencia en el juicio moral
“La conquista de la conciencia, ha dicho Jung es «el
fruto más precioso del Árbol de la Vida, el arma mágica que confirió al hombre
su victoria sobre la tierra y que le permitirá – esperémoslo así, por lo menos –
una victoria todavía mayor sobre sí mismo». Es, en efecto, la conciencia
moral la que rescata al ser humano de la tiranía del instinto y del ámbito de
la prehumanidad.”
“… la encíclica Veritatis splendor nos ofrece una
especie de definición de la conciencia al presentarla como «acto
de la inteligencia de la persona, que debe aplicar el conocimiento universal de
bien en una determinada situación y expresar así un juicio sobre la conducta
recta que hay que elegir aquí y ahora».”
I.1 Terminología relativa a la conciencia
(Conciencia habitual) - “«La conciencia no es un dato
adquirido de una vez y para siempre; es un fondo que hay que explotar».
Su misma itinerancia y gradualidad mantiene la conciencia abierta a una
continua perfectibilidad. Puede, de hecho, perfeccionarse en dos direcciones:
en la apropiación e internalización subjetiva de los valores y del «pre-cepto» de
Dios, y en la identificación cada vez mas clara y objetiva con ese mismo «pre-cepto» El
proceso de educación de una conciencia recta requiere evidentemente un esfuerzo
de lucidez, de sinceridad y de generosidad.”
(Conciencia actual) – “…seria un juicio practico que
determina, ya en la situación concreta, que debe realizarse tal acción por ser
buena, o que debe omitirse por ser mala.”
“_ Si se atiende a la naturaleza del acto responsable, se
habla de conciencia antecedente cuando el juicio valorativo precede al acto
para ordenarlo, permitirlo o prohibirlo. Se habla, en cambio, de conciencia
consiguiente, cuando se trata de una reflexión sobre el acto realizado, para
aprobarlo o condenarlo.”
“- Según la certeza subjetiva del que juzga y actúa,
se considera cierta la conciencia cuando, sin temor a errar, juzga que un acto
debe realizarse porque es bueno o debe evitarse cuando es malo.”
“«La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto
de su conciencia» (CIC 1790).”
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