El testimonio de Jesús sobre sí mismo8:12 Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo:
"Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida".
8:13 Los fariseos le dijeron: "Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale".
8:14 Jesús les respondió: "Aunque yo doy testimonio de mí, mi testimonio vale porque sé de dónde vine y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.
8:15 Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie,
8:16 y si lo hago, mi juicio vale porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre que me envió.
8:17 En la Ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es válido.
8:18 Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me envió
da testimonio de mí".
8:19 Ellos le preguntaron: "¿Dónde está tu Padre?" Jesús respondió: "Ustedes no me conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre".
8:20 Él pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el Templo. Y nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora.
martes, 19 de septiembre de 2017
#273 - Ante la muerte de una hermana
Cuando el misterio de la muerte llega a alguien querido como lo fue el fallecimiento de una hermana en Cristo se nos prueba la fe. mucho más cuando a esta cristiana le tocó vivir una agonía sumamente dolorosa y desesperante.
Solo al contemplar a Cristo agonizante en la cruz podemos comprender que ella entregó su vida como Cristo lo hizo: sintiendo el dolor físico humano y, el dolor y el abandono mental, emocional, psíquico.
Por eso nos consuela y fortalece que ya goza, como el buen ladrón, de la estancia preparada por Jesús para ella.
Sin muerte no hay resurrección. Pero cuando se muere como Cristo lo hizo se muere santamente. No hay duda Gracias Norma por este ejemplo.
Solo al contemplar a Cristo agonizante en la cruz podemos comprender que ella entregó su vida como Cristo lo hizo: sintiendo el dolor físico humano y, el dolor y el abandono mental, emocional, psíquico.
Por eso nos consuela y fortalece que ya goza, como el buen ladrón, de la estancia preparada por Jesús para ella.
Sin muerte no hay resurrección. Pero cuando se muere como Cristo lo hizo se muere santamente. No hay duda Gracias Norma por este ejemplo.
#272 - Transustanciación
Otro de mis poemas.
En la mesa con los doce transustantes la materia
y Espíritu y Vida fueron por los siglos, tu presencia.
Hoy al verte realizando una vez más dicha cena
en el altar de una iglesia, me vi yo mismo materia.
Y comprendí que hasta tanto no sea trigo en tu molino
no podrás hacerme masa, y ser vida y ser Espíritu.
Rehuyo dejar podarme, ser enterrado y molido
por miedo a aceptar quien soy, porque no creo en ti Cristo.
Y mientras siga este mundo llenos de falsos cristianos
nada podrá transformarse, no seremos nunca hermanos.
#271 - Encuentro
Comparto una de mis poesías:
Detrás del manto azul que cubre todo
te presiento Senor del infinito.
Te respiro en la brisa que impetuosa
acariciame el rostro despacito.
Mas quisiera Senor que penetraras
todo entero mi ser y desplazaras
a ese hombre de piedra y de pecado
por quien al mundo estoy encadenado.
Entonces flotare sobre la tierra
y ascendiendo continuo rompere
el velo azul celeste que hoy te oculta sereno
y entonces cara a cara en ti me fundiré.
lunes, 11 de septiembre de 2017
#267 - La mujer adúltera
La mujer adúltera8:1 Jesús fue al monte de los Olivos.
8:2 Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.
8:3 Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos,
8:4 dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
8:5 Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?"
8:6 Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.
8:7 Como insistían, se enderezó y les dijo: "El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra".
8:8 E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.
8:9 Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí,
8:10 e incorporándose, le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?"
8:11 Ella le respondió: "Nadie, Señor". "Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante".
!Cuántas veces hemos sido nosotros acusadores del prójimo!. A veces de nuestro propio hermano de congregación. Y cuantas veces cuando nos miramos interiormente vemos la viga en nuestro ojo y nos avergonzamos de haber condenando al hermano.
8:2 Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.
8:3 Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos,
8:4 dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
8:5 Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?"
8:6 Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.
8:7 Como insistían, se enderezó y les dijo: "El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra".
8:8 E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.
8:9 Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí,
8:10 e incorporándose, le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?"
8:11 Ella le respondió: "Nadie, Señor". "Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante".
!Cuántas veces hemos sido nosotros acusadores del prójimo!. A veces de nuestro propio hermano de congregación. Y cuantas veces cuando nos miramos interiormente vemos la viga en nuestro ojo y nos avergonzamos de haber condenando al hermano.
Jesús nos da la gran lección hoy. y nos pide como a aquella mujer adultera que no pequemos mas.
domingo, 10 de septiembre de 2017
#266 - corrección fraterna
Las lecturas de este domingo nos llaman a practicar la corrección fraterna . En Ezequiel 33, 7-9 el profeta nos recuerda aquella pregunta que hizo Dios a Caín: ?Dónde está tu hermano? Y la repuesta de Caín: ?Acaso soy yo guardián de mi hermano?
Pues sí "somos responsables de los demás teniendo en cuenta que esta responsabilidad termina donde empieza la libertad del otro quien puede escucharnos, ser indiferente o incluso rebelarse ante nuestra llamada de atención".
Pablo en Romanos 13, 8-10, nos recuerda que el amor resume todos los mandamientos convirtiéndose en la plenitud de la Ley.
El Evangelio (Mt 18, 15-20) habla mas explícitamente de la corrección fraterna. ..."la responsabilidad de velar por el otro pues el Senor nos ha encomendado a los otros como buenos pastores que buscan a la oveja descarriada.corregir al hermano en forma adecuada es una especial muestra de amor y también cuando debemos aceptar la corrección que se nos hace de buena gana
Pues sí "somos responsables de los demás teniendo en cuenta que esta responsabilidad termina donde empieza la libertad del otro quien puede escucharnos, ser indiferente o incluso rebelarse ante nuestra llamada de atención".
Pablo en Romanos 13, 8-10, nos recuerda que el amor resume todos los mandamientos convirtiéndose en la plenitud de la Ley.
El Evangelio (Mt 18, 15-20) habla mas explícitamente de la corrección fraterna. ..."la responsabilidad de velar por el otro pues el Senor nos ha encomendado a los otros como buenos pastores que buscan a la oveja descarriada.corregir al hermano en forma adecuada es una especial muestra de amor y también cuando debemos aceptar la corrección que se nos hace de buena gana
sábado, 9 de septiembre de 2017
#264 - ?Voluntad de Dios?
Cada vez que hay un fenómeno natural, ya sea terremoto u huracán, escuchamos a muchos cristianos dar gracias a Dios por que a su país o región no les pasó algo o sufrieron muy pocos estragos. Y claro, si debemos dar gracias al que todo lo creó y, a quién y estableció y tiene el control sobre las leyes de la naturaleza. Pero lo que no podemos pensar es que aquellos que murieron o sufrieron pérdidas se lo merecían y fueron castigados por Dios. Esto contradice la naturaleza misericordiosa del Dios en quien decimos creer.
Un Dios que entregó al hombre, haciéndolo a su imagen y semejanza, la administración de todos los bienes. Y es el hombre quien es responsable de la naturaleza de cuidar de su casa común, de nuestro planeta, que lucha con sus propias por sobrevivir ante la destrucción a que el mismo hombre le ha sometido.
Así, que si vamos a culpar a alguien por la destrucción que causan estos fenómenos naturales es a nosotros los seres humanos a quien debemos señalar. Porque no hemos cuidado el balance natural establecido por Dios, porque hemos construido irracionalmente, porque no hemos sido lo suficientemente previsores para cuidarnos de estos fenómenos.
Pidamos mas bien a Dios que nos de discernimiento para preservar las cosas tal como el las creo y estemos preparados para nuestro encuentro con El siempre.
Un Dios que entregó al hombre, haciéndolo a su imagen y semejanza, la administración de todos los bienes. Y es el hombre quien es responsable de la naturaleza de cuidar de su casa común, de nuestro planeta, que lucha con sus propias por sobrevivir ante la destrucción a que el mismo hombre le ha sometido.
Así, que si vamos a culpar a alguien por la destrucción que causan estos fenómenos naturales es a nosotros los seres humanos a quien debemos señalar. Porque no hemos cuidado el balance natural establecido por Dios, porque hemos construido irracionalmente, porque no hemos sido lo suficientemente previsores para cuidarnos de estos fenómenos.
Pidamos mas bien a Dios que nos de discernimiento para preservar las cosas tal como el las creo y estemos preparados para nuestro encuentro con El siempre.
#263 - Jesús sube a Jerusalén 2
Jesús, fuente de agua viva
7:37 El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó:
"El que tenga sed, venga a mí; y beba
7:38 el que cree en mí". Como dice la Escritura:
De su seno brotarán manantiales de agua viva.

7:39 Él se refería al Espíritu que debían recibir los que creyeran en él. Porque el Espíritu no había sido dado todavía, ya que Jesús aún no había sido glorificado. Nuevas discusiones sobre el origen del Mesías
7:40 Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: "Este es verdaderamente el Profeta".
7:41 Otros decían: "Este es el Mesías". Pero otros preguntaban: "¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea?
7:42 ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén,
el pueblo de donde era David?"
7:43 Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.
7:44 Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él.
7:45 Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?"
7:46 Ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre".
7:47 Los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar?
7:48 ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él?
7:49 En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita".
7:50 Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo:
7:51 "¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?"
7:52 Le respondieron: "¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta".
7:53 Y cada uno regresó a su casa.
7:37 El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó:
"El que tenga sed, venga a mí; y beba
7:38 el que cree en mí". Como dice la Escritura:
De su seno brotarán manantiales de agua viva.
7:39 Él se refería al Espíritu que debían recibir los que creyeran en él. Porque el Espíritu no había sido dado todavía, ya que Jesús aún no había sido glorificado. Nuevas discusiones sobre el origen del Mesías
7:40 Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: "Este es verdaderamente el Profeta".
7:41 Otros decían: "Este es el Mesías". Pero otros preguntaban: "¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea?
7:42 ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén,
7:43 Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.
7:44 Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él.
7:45 Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?"
7:46 Ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre".
7:47 Los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar?
7:48 ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él?
7:49 En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita".
7:50 Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo:
7:51 "¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?"
7:52 Le respondieron: "¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta".
7:53 Y cada uno regresó a su casa.
miércoles, 6 de septiembre de 2017
#262 - Jesús sube a Jerusalén
Juan, en el capítulo 7 de su evangelio nos narra la primera subida de Jesús a Jerusalén.
Viaje de Jesús a Jerusalén
7:1 Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
7:2 Se acercaba la fiesta judía de las Chozas,
7:3 y sus hermanos le dijeron: "No te quedes aquí; ve a Judea, para que también tus discípulos de allí vean las obras que haces.
7:4 Cuando uno quiere hacerse conocer, no actúa en secreto; ya que tú haces estas cosas, manifiéstate al mundo".
7:5 Efectivamente, ni sus propios hermanos creían en él.
7:6 Jesús les dijo: "Mi tiempo no ha llegado todavía, mientras que para ustedes cualquier tiempo es bueno.
7:7 El mundo no tiene por qué odiarlos a ustedes; me odia a mí, porque atestiguo contra él que sus obras son malas.
7:8 Suban ustedes para la fiesta. Yo no subo a esa fiesta, porque mi tiempo no se ha cumplido todavía".
7:9 Después de decirles esto, permaneció en Galilea.
7:10 Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.
7:11 Los judíos lo buscaban durante la fiesta y decían: "¿Dónde está ese?"
7:12 Jesús era el comentario de la multitud. Unos opinaban: "Es un hombre de bien". Otros, en cambio, decían: "No, engaña al pueblo".
7:13 Sin embargo, nadie hablaba de él abiertamente, por temor a los judíos.
7:1 Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
7:2 Se acercaba la fiesta judía de las Chozas,
7:3 y sus hermanos le dijeron: "No te quedes aquí; ve a Judea, para que también tus discípulos de allí vean las obras que haces.
7:4 Cuando uno quiere hacerse conocer, no actúa en secreto; ya que tú haces estas cosas, manifiéstate al mundo".
7:5 Efectivamente, ni sus propios hermanos creían en él.
7:6 Jesús les dijo: "Mi tiempo no ha llegado todavía, mientras que para ustedes cualquier tiempo es bueno.
7:7 El mundo no tiene por qué odiarlos a ustedes; me odia a mí, porque atestiguo contra él que sus obras son malas.
7:8 Suban ustedes para la fiesta. Yo no subo a esa fiesta, porque mi tiempo no se ha cumplido todavía".
7:9 Después de decirles esto, permaneció en Galilea.
7:10 Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.
7:11 Los judíos lo buscaban durante la fiesta y decían: "¿Dónde está ese?"
7:12 Jesús era el comentario de la multitud. Unos opinaban: "Es un hombre de bien". Otros, en cambio, decían: "No, engaña al pueblo".
7:13 Sin embargo, nadie hablaba de él abiertamente, por temor a los judíos.
Enseñanza de Jesús en Jerusalén7:14 Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar.
7:15 Los judíos, admirados, decían: "¿Cómo conoce las Escrituras sin haber estudiado?"
7:16 Jesús les respondió: "Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió.
7:17 El que quiere hacer la voluntad de Dios conocerá si esta enseñanza es de Dios o si yo hablo por mi cuenta.
7:18 El que habla por su cuenta busca su propia gloria, pero el que busca la gloria de aquel que lo envió, ese dice la verdad y no hay nada de falso en él.
7:19 ¿Acaso Moisés no les dio la Ley? Pero ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué quieren matarme?"
7:20 La multitud respondió: "Estás poseído por el demonio: ¿quién quiere matarte?"
7:21 Jesús continuó: "Por una sola obra que realicé, ustedes están maravillados.
7:22 Moisés les dio la circuncisión —aunque ella no viene de Moisés, sino de los patriarcas— y ustedes la practican también en sábado.
7:23 Si se circuncida a un hombre en sábado para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿cómo ustedes se enojan conmigo porque he curado completamente a un hombre en sábado?
7:24 No juzguen según las apariencias, sino conforme a la justicia".
Discusiones sobre el origen del Mesías
7:25 Algunos de Jerusalén decían: "¿No es este aquel a quien querían matar?
7:26 ¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías?
7:27 Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es".
7:28 Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen
y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.
7:29 Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió".
7:30 Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.
7:31 Muchos de la multitud creyeron en él y decían: "Cuando venga el Mesías, ¿podrá hacer más signos de los que hace este hombre?"
7:32 Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba de él, y enviaron guardias para detenerlo.
7:15 Los judíos, admirados, decían: "¿Cómo conoce las Escrituras sin haber estudiado?"
7:16 Jesús les respondió: "Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió.
7:17 El que quiere hacer la voluntad de Dios conocerá si esta enseñanza es de Dios o si yo hablo por mi cuenta.
7:18 El que habla por su cuenta busca su propia gloria, pero el que busca la gloria de aquel que lo envió, ese dice la verdad y no hay nada de falso en él.
7:19 ¿Acaso Moisés no les dio la Ley? Pero ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué quieren matarme?"
7:20 La multitud respondió: "Estás poseído por el demonio: ¿quién quiere matarte?"
7:21 Jesús continuó: "Por una sola obra que realicé, ustedes están maravillados.
7:22 Moisés les dio la circuncisión —aunque ella no viene de Moisés, sino de los patriarcas— y ustedes la practican también en sábado.
7:23 Si se circuncida a un hombre en sábado para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿cómo ustedes se enojan conmigo porque he curado completamente a un hombre en sábado?
7:24 No juzguen según las apariencias, sino conforme a la justicia".
Discusiones sobre el origen del Mesías
7:25 Algunos de Jerusalén decían: "¿No es este aquel a quien querían matar?
7:26 ¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías?
7:27 Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es".
7:28 Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen
y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.
7:29 Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió".
7:30 Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.
7:31 Muchos de la multitud creyeron en él y decían: "Cuando venga el Mesías, ¿podrá hacer más signos de los que hace este hombre?"
7:32 Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba de él, y enviaron guardias para detenerlo.
Anuncio de la partida de Jesús
7:33 Después Jesús dijo: "Poco tiempo estaré aún con ustedes y me iré a aquel que me envió.
7:34 Me buscarán y no me encontrarán, porque allí donde yo estoy ustedes no pueden venir".
7:35 Los judíos comentaban entre ellos: "¿A dónde irá, para que no podamos encontrarlo? ¿Acaso irá a reunirse con los judíos dispersos entre los paganos, para enseñar a los paganos?
7:36 ¿Qué quiso decir con estas palabras: "Me buscarán y no me encontrarán, y allí donde yo estoy ustedes no pueden venir"?
7:33 Después Jesús dijo: "Poco tiempo estaré aún con ustedes y me iré a aquel que me envió.
7:34 Me buscarán y no me encontrarán, porque allí donde yo estoy ustedes no pueden venir".
7:35 Los judíos comentaban entre ellos: "¿A dónde irá, para que no podamos encontrarlo? ¿Acaso irá a reunirse con los judíos dispersos entre los paganos, para enseñar a los paganos?
7:36 ¿Qué quiso decir con estas palabras: "Me buscarán y no me encontrarán, y allí donde yo estoy ustedes no pueden venir"?
martes, 5 de septiembre de 2017
#261 - Palabra y acción
Lucas 4, 31-37 "nos presenta a Jesús realizando el Reino de Dios con sus palabras y acciones íntimamente unidas. Esta forma de vivir es la fórmula de la felicidad y la sinceridad pues es coherente en lo que se dice y se hace. Por esto Jesús hablaba con "autoridad" pues su enseñanza iba acompañada de acciones concretas".
Y nosotros, "?Sabemos unir lo que pensamos, decimos y hacemos o hemos perdido la fuerza de nuestra palabra al no poder tener autoridad pues nuestras acciones distan mucho de lo que pensamos y hablamos?".
Agenda Biblica 2017
Y nosotros, "?Sabemos unir lo que pensamos, decimos y hacemos o hemos perdido la fuerza de nuestra palabra al no poder tener autoridad pues nuestras acciones distan mucho de lo que pensamos y hablamos?".
Agenda Biblica 2017
#260 -Jesús inicia su ministerio
Jesús decide revelarse como el ungido para dar la Buena Noticia a los pobres, a los cautivos, a los ciegos (Lc 4, 16-30). Y lo hace en su barrio, Nazaret. Antes había ya realizado muchos milagros en Cafarnaún,la comarca vecina. Pero en Nazaret no pueden creer que el hijo de Maria y Jose tenga tal poder.
No obstante, Jesús da inicio a su ministerio profético, sacerdotal y regio: profético, porque anuncia la salvación a todos los hombres; sacerdotal, porque viene a ofrecer su vida; regio, porque vence a sus enemigos.
Nosotros, los bautizados, estamos llamados a retomar esta misión de anunciar, testimoniar y ofrecer alegremente nuestra vida por el Evangelio. Por eso en el ritual del bautismo nos llamaban a ser sacerdotes, profetas y reyes.
No obstante, Jesús da inicio a su ministerio profético, sacerdotal y regio: profético, porque anuncia la salvación a todos los hombres; sacerdotal, porque viene a ofrecer su vida; regio, porque vence a sus enemigos.
Nosotros, los bautizados, estamos llamados a retomar esta misión de anunciar, testimoniar y ofrecer alegremente nuestra vida por el Evangelio. Por eso en el ritual del bautismo nos llamaban a ser sacerdotes, profetas y reyes.
lunes, 4 de septiembre de 2017
#259 - La Palabra de Dios 2
En su libro "Testigos de la esperanza", monseñor Francois-Xavier Nguyen Van Thuan, entonces Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y de la Paz y, víctima de la persecución y encarcelado siendo Obispo Católico en Vietnam, nos trae esta reflexión sobre la Palabra.
Del Capítulo 7, "Ser Palabra" continuamos viendo algunos de sus pensamientos.
"Pero para que la Palabra engendre vida y produzca todos sus frutos, hay que acogerla y vivirla.
Ante el Verbo de Dios que habla y se comunica, la actividad principal que se nos pide es escucharlo y acogerlo...Escucharlo más con el corazón que con los oídos. De hecho, la Palabra sólo da fruto si encuentra una tierra fértil, o sea, cuando cae en un corazón bueno y recto.
Pero no basta con meditar la Palabra de Dios, no basta con penetrarla con la mente, rezar con ella, extraer de ella alguna consideración o algún propósito. La auténtica escucha de la Palabra se traduce en obediencia, en hacer lo que exige. Hay que dejarse trabajar por la Palabra hasta el punto de que llegue a informar toda la vida cristiana. Hay que aplicarla a todas las circunstancias de nuestra existencia, hay que transformarla en vida, como exhorta Santiago:<Poned por obra la palabra y no os contenteis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos>.
La palabra de Dios, al entrar en nosotros, denuncia el modo de pensar y de obrar humano y nos introduce en el nuevo estilo de vida inaugurado por Cristo. Quien vive el Evangelio puede llegar con Pablo a tener la mente de Cristo; adquiere la capacidad de leer los signos de los tiempos con la misma mirada de Cristo y así incide con creatividad en la historia; experimenta la verdadera libertad, la alegría, el arrojo de la coherencia evangélica; encuentra una confianza nueva en el Padre, una relación de auténtica y sincera filiación y, a la vez, una actitud concreta y efectiva de servicio hacia todos...
El resultado es que ya no somos nosotros los que vivimos, sino que es Cristo mismo quien viene a vivir con nosotros...
Sin embargo, no basta con acoger y vivir la Palabra. ha de ser compartida. Lo hacemos en la catequesis, en las homilías, en la predicación...lo que tal vez no siempre hacemos es dar el fruto de la Palabra.
La Palabra es una semilla sembrada en nuestra vida. la tierra buena no devuelve la semilla, sino el fruto. Así, deberíamos comunicar no solo nuestra reflexión sobre la Palabra de Dios, sino mas bien lo que ella ha obrado una vez acogida en la tierra de nuestra vida."
Como nos recuerdan las palabras de Maria a Jesus en las bodas de Caná: "Hagan lo que El les diga".
"Testigos de la esperanza" - Editorial Ciudad Nueva, 7a edición, 2001
Del Capítulo 7, "Ser Palabra" continuamos viendo algunos de sus pensamientos.
"Pero para que la Palabra engendre vida y produzca todos sus frutos, hay que acogerla y vivirla.
Ante el Verbo de Dios que habla y se comunica, la actividad principal que se nos pide es escucharlo y acogerlo...Escucharlo más con el corazón que con los oídos. De hecho, la Palabra sólo da fruto si encuentra una tierra fértil, o sea, cuando cae en un corazón bueno y recto.
Pero no basta con meditar la Palabra de Dios, no basta con penetrarla con la mente, rezar con ella, extraer de ella alguna consideración o algún propósito. La auténtica escucha de la Palabra se traduce en obediencia, en hacer lo que exige. Hay que dejarse trabajar por la Palabra hasta el punto de que llegue a informar toda la vida cristiana. Hay que aplicarla a todas las circunstancias de nuestra existencia, hay que transformarla en vida, como exhorta Santiago:<Poned por obra la palabra y no os contenteis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos>.
La palabra de Dios, al entrar en nosotros, denuncia el modo de pensar y de obrar humano y nos introduce en el nuevo estilo de vida inaugurado por Cristo. Quien vive el Evangelio puede llegar con Pablo a tener la mente de Cristo; adquiere la capacidad de leer los signos de los tiempos con la misma mirada de Cristo y así incide con creatividad en la historia; experimenta la verdadera libertad, la alegría, el arrojo de la coherencia evangélica; encuentra una confianza nueva en el Padre, una relación de auténtica y sincera filiación y, a la vez, una actitud concreta y efectiva de servicio hacia todos...
El resultado es que ya no somos nosotros los que vivimos, sino que es Cristo mismo quien viene a vivir con nosotros...
Sin embargo, no basta con acoger y vivir la Palabra. ha de ser compartida. Lo hacemos en la catequesis, en las homilías, en la predicación...lo que tal vez no siempre hacemos es dar el fruto de la Palabra.
La Palabra es una semilla sembrada en nuestra vida. la tierra buena no devuelve la semilla, sino el fruto. Así, deberíamos comunicar no solo nuestra reflexión sobre la Palabra de Dios, sino mas bien lo que ella ha obrado una vez acogida en la tierra de nuestra vida."
Como nos recuerdan las palabras de Maria a Jesus en las bodas de Caná: "Hagan lo que El les diga".
"Testigos de la esperanza" - Editorial Ciudad Nueva, 7a edición, 2001
#258 - La Palabra de Dios
En su libro "Testigos de la esperanza", monseñor Francois-Xavier Nguyen Van Thuan, entonces Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y de la Paz y, víctima de la persecución y encarcelado siendo Obispo Católico en Vietnam, nos trae esta reflexión sobre la Palabra.
Del Capítulo 7, "Ser Palabra" veamos algunos de sus pensamientos.
"Cuando Jesús, en la transfiguración, manifestó su gloria a Pedro, Santiago y Juan, se oyó una voz desde la nube: <Este es mi Hijo, mi Elegido, escuchadle>...
Las palabras de Jesús no son como las palabras de los hombres.Sus primeros oyentes se percataron de ello enseguida, y decían que <enseñaba como quien tiene autoridad...>.
El hecho es que las palabras de Jesús poseen una densidad y una profundidad que las demas palabra no tienen, sean de filósofos, de políticos o de poetas. Las palabras de Jesús son...espíritu y vida.
Con la revelación del pan de vida, el camino se hace duro, y desde aquel momento muchos de sus discípulos abandonan a Jesús. Entonces el pregunta a los Doce:<?También vosotros queréis marcharos?>. Y Pedro le responde:<Senor, ?a quien vamos a ir? Tu tienes palabras de vida eterna>.
...es Jesús la Palabra por excelencia. <Jesucristo, Palabra hecha carne...habla las palabras de Dios>.
...la Iglesia...<siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues, sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el Pan de vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo>.
<Nosotros bebemos la sangre de Cristo-escribe Orígenes- no solo cuando la recibimos según el rito de los misterios, sino también cuando recibimos sus palabras, en las cuales reside la vida>.Y san Jerónimo:< El conocimiento de las escrituras es un alimento verdadero y una verdadera bebida que se asume por la Palabra de Dios>...san Ambrosio dice<Se bebe la sangre de Cristo, que nos ha redimido, como se beben las palabras de la escritura, las cuales pasan a nuestras venas y, asimiladas, entran en nuestra vida>.
San Jerónimo afirma también:< Las palabras de Jesús:"Quien come mi carne y bebe mi sangre", pueden entenderse tanto referidas al misterio (eucarístico) como al verdadero cuerpo y sangre de Cristo , que es la palabra de las Escrituras. La Palabra de Dios es esa carne y sangre de Cristo que entra en nosotros a través de la escucha>.
El pan de la Palabra -recuerda ademas Dei Verbum- es alimento que da vigor, ilumina la mente, confirma la voluntad, enciende un ardor renovado, renueva la vida".
Así como necesitamos comer diariamente para fortalecer nuestro cuerpo, necesitamos de la Palabra para llenarnos de espíritu y vida.
"Testigos de la esperanza" - Editorial Ciudad Nueva, 7a edición, 2001
"Testigos de la esperanza". 7ma edición,, Editorial Ciudad Nueva, 2001
Del Capítulo 7, "Ser Palabra" veamos algunos de sus pensamientos.
"Cuando Jesús, en la transfiguración, manifestó su gloria a Pedro, Santiago y Juan, se oyó una voz desde la nube: <Este es mi Hijo, mi Elegido, escuchadle>...
Las palabras de Jesús no son como las palabras de los hombres.Sus primeros oyentes se percataron de ello enseguida, y decían que <enseñaba como quien tiene autoridad...>.
El hecho es que las palabras de Jesús poseen una densidad y una profundidad que las demas palabra no tienen, sean de filósofos, de políticos o de poetas. Las palabras de Jesús son...espíritu y vida.
Con la revelación del pan de vida, el camino se hace duro, y desde aquel momento muchos de sus discípulos abandonan a Jesús. Entonces el pregunta a los Doce:<?También vosotros queréis marcharos?>. Y Pedro le responde:<Senor, ?a quien vamos a ir? Tu tienes palabras de vida eterna>.
...es Jesús la Palabra por excelencia. <Jesucristo, Palabra hecha carne...habla las palabras de Dios>.
...la Iglesia...<siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues, sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el Pan de vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo>.
<Nosotros bebemos la sangre de Cristo-escribe Orígenes- no solo cuando la recibimos según el rito de los misterios, sino también cuando recibimos sus palabras, en las cuales reside la vida>.Y san Jerónimo:< El conocimiento de las escrituras es un alimento verdadero y una verdadera bebida que se asume por la Palabra de Dios>...san Ambrosio dice<Se bebe la sangre de Cristo, que nos ha redimido, como se beben las palabras de la escritura, las cuales pasan a nuestras venas y, asimiladas, entran en nuestra vida>.
San Jerónimo afirma también:< Las palabras de Jesús:"Quien come mi carne y bebe mi sangre", pueden entenderse tanto referidas al misterio (eucarístico) como al verdadero cuerpo y sangre de Cristo , que es la palabra de las Escrituras. La Palabra de Dios es esa carne y sangre de Cristo que entra en nosotros a través de la escucha>.
El pan de la Palabra -recuerda ademas Dei Verbum- es alimento que da vigor, ilumina la mente, confirma la voluntad, enciende un ardor renovado, renueva la vida".
Así como necesitamos comer diariamente para fortalecer nuestro cuerpo, necesitamos de la Palabra para llenarnos de espíritu y vida.
"Testigos de la esperanza" - Editorial Ciudad Nueva, 7a edición, 2001
"Testigos de la esperanza". 7ma edición,, Editorial Ciudad Nueva, 2001
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