Carta a los Hebreos
“…Atención, hermanos! Que ninguno de vosotros tenga un corazón malo e incrédulo, que lo lleve a desertar del Dios vivo.
Animaos, por el contrario, los unos a los otros, cada día, mientras dure este “hoy”, para que ninguno de vosotros se endurezca, engañado por el pecado.En efecto, somos partícipes de Cristo si conservamos firme hasta el final la actitud del principio.”
(Amén)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario