Génesis
“…Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: “¿Dónde estás?” Éste le respondió: “Oí tus pasos en el jardín; y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí”. Entonces le dijo Dios: “¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?”
Respondió Adán: “La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Por qué has hecho esto?” Repuso la mujer: “La serpiente me engañó y comí”.
(Adan, como un niño, se esconde porque sabe que ha hecho lo que su Padre le prohibió. Y le hecha la culpa a Eva y esta a su vez culpa a la serpiente.
¿Cuantas veces hemos obrado igual sin querer asumir nuestros fallos. Mas vemos que Dios no los aniquila aunque reciben todos un castigo. Sobre todo la serpiente, el demonio, padre de la mentira, quien sutilmente nos tienta.
Como lo anunció el Padre por medio de una mujer llegó quien derrotó al maligno: Jesús. Este nos dejó la oración universal del Padrenuestro que finaliza con la petición de que El nos libre del maligno(mal) y no nos deje caer en tentación. Esta es nuestra fe. No dejemos nunca de orar como Jesús nos enseñó.)
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