martes, 13 de febrero de 2024

#2169- Cuaresma 2024

 Preparándonos para comenzar la CUARESMA:

“Tiempo de conversión, tiempo de libertad, tiempo de comunión”

Reconstruyamos la Comunión

En todo camino siempre es importante detenerse para reflexionar, examinar y evaluar el camino recorrido. El tiempo litúrgico de Cuaresma nos regala la oportunidad de examinar nuestro camino personal, comunitario y diocesano. Muchas veces en nuestro caminar hay debilidades y heridas, errores y aciertos, luces y sombras. El Documento del Sínodo sobre la fase continental, nos dice al respecto: “caminar juntos como Pueblo de Dios requiere que reconozcamos la necesidad de una conversión continua, individual y comunitaria” (cf. 101).

A la luz de la Palabra de Dios, del proceso sinodal y de nuestra Etapa de la Comunión, reconocemos que la comunión eclesial muchas veces ha sufrido heridas, fragmentaciones, por nuestros pecados. Queremos ser una Iglesia en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, de donde brota la comunión, y en comunión unos con otros. Una Iglesia que verdaderamente pueda decir: caminamos juntos. El Documento de Trabajo del Sínodo nos lo recuerda y nos invita a vivir un tiempo de conversión, con estas palabras: “una Iglesia sinodal desea ser humilde, sabe que debe pedir perdón y que tiene mucho que aprender.... [El] camino sinodal es necesariamente penitencial, reconociendo que no siempre hemos vivido la dimensión sinodal constitutiva de la comunidad eclesial. El rostro de la Iglesia muestra hoy los signos de graves crisis de confianza y credibilidad. En muchos contextos, las crisis relacionadas con abusos sexuales, económicos, de poder y de conciencia han empujado a la Iglesia a un exigente examen de conciencia «para que, bajo la acción del Espíritu Santo, no cese de renovarse» (LG 9), en un camino de arrepentimiento y conversión que abra caminos de reconciliación, sanación y justicia” (cf. IL 23).

Por lo tanto, acogemos este tiempo de Cuaresma, como un verdadero tiempo de conversión, tiempo de libertad y tiempo de comunión, como nos ha dicho el Papa Francisco en su mensaje cuaresmal. Queremos en esta Cuaresma pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a reconstruir la comunión, recordando con el Concilio Vaticano II que la comunión “no se trata de un problema que resolver, sino de un don que cultivar: estamos ante el misterio inagotable y santo de Dios y debemos permanecer abiertos a sus sorpresas mientras peregrinamos hacia el Reino” (cf. Lumen Gentium, 8; IL Sínodo, 29). Si abrimos nuestro corazón a una verdadera CONVERSIÓN, viviremos en la gloriosa LIBERTAD de los hijos de Dios y podremos reconstruir y vivir la COMUNIÓN.


Catequesis de las cenizas:

Lascenizassonunsignodequesomosiguales:pecadores, frágiles y vulnerables. El mismo debe durar y ser para mi persona, como dice el Evangelio: “Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos” (Mt 6, 1). Por lo que, la liturgia recomienda que el ministro imponga las cenizas sobre los fieles, es decir, sobre su cabeza (cf. Misal Romano).


V. Conviértete, y cree en el Evangelio. 

R. Quiero vivir en comunión.

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