Amoris Laetitia 58
Preparación para la
celebración
212. La
preparación próxima al matrimonio tiende a concentrarse en las invitaciones, la
vestimenta, la fiesta y los innumerables detalles que consumen tanto el
presupuesto como las energías y la alegría. Los novios llegan agotados y
agobiados al casamiento…Queridos novios: «tened la valentía de ser diferentes,
no os dejéis devorar por la sociedad de consumo y de la apariencia. Lo que
importa es el amor que los une, fortalecido y santificado por la gracia.
Vosotros sois capaces de optar por un festejo austero y sencillo, para colocar
el amor por encima de todo».
213. En la preparación más inmediata es
importante iluminar a los novios para vivir con mucha hondura la celebración
litúrgica, ayudándoles a percibir y vivir el sentido de cada gesto.
214. A veces, los novios no perciben el
peso teológico y espiritual del consentimiento, que ilumina el significado de
todos los gestos posteriores…esas palabras no
pueden ser reducidas al presente, implican una totalidad que incluye el
futuro: «hasta que la muerte los separe».
215…. Los gestos de amor vividos en la
historia de un matrimonio, se convierten en una «ininterrumpida continuidad del
lenguaje litúrgico» y la «vida conyugal viene a ser, en algún sentido,
liturgia».
216…. No sería bueno que se llegue al
matrimonio sin haber orado juntos, el uno por el otro, pidiendo ayuda a Dios
para ser fieles y generosos, preguntándole juntos a Dios que es lo que espera
de ellos…«La liturgia nupcial es un evento único, que se vive en el contexto
familiar y social de una fiesta…».
¿Qué
fue más importante en tu boda, la fiesta o el sacramento?
¿Cómo fue tu preparación litúrgica del sacramento?
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