I. Introducción
Los encontramos sólo en la Biblia.
Levantan su mirada a los hombres, llaman a su conciencia y les anuncian la reunión de todos en el Reino de Dios.
Saben ver cómo los acontecimientos forman parte de la obra de Dios y señalan cuales objetivos debemos fijarnos para cooperar con su Reino.
Son servidores de la Verdad y la Justicia.
Viven su fe en medio del mundo sin olvidar la realidad histórica.
Denuncian una política, una sociedad, unas costumbres que llevan la marca del pecado.
Cada cristiano está llamado a ser profeta: animando, guiando, educando.
II. Exposición en orden cronológico
Oseas
I. Años -746 A.C.
Predica en el reino del Norte bajo el reinado de Jeroboam II, antes del destierro.
II. Notas
Es el profeta engañado por su esposa a la que no deja de amar. Aunque devorado por los celos y cansado de perdonar constantemente, seguirá amando a su esposa y logrará al fin rescatarla por su amor grande y misericordioso.
Después de ser llamado por Dios, ha recibido el privilegio de sentir y de ver las cosas a la manera de Dios. (Va a llevar la misma cruz que Cristo al amar y perdonar a su esposa liviana e infiel).
Oseas se levanta para acusar y amenazar al pueblo que vive despreocupado. Comprende que Dios es un educador y que no permite sin razón las desgracias de la nación. Por este medio Israel volverá a ser humilde y pobre, capaz de seguir a su Dios con fe y amor.
Se condenan las faltas y la irresponsabilidad de las autoridades civiles y religiosas por cuya causa sufre el pueblo.
Oseas acusa a los sacerdotes que imitan las prácticas paganas de la adivinación y la prostitución.
(El hombre lamenta sus errores, pero su sinceridad no es tal para que deje sus pecados. Piensa contentar a Dios con sacrificios que el mismo decide y no sabe alcanzar el verdadero amor que se prueba en la obediencia).
Oseas condena a los reyes que no vienen de Dios. Solos los hijos de David, al sur, son los elegidos de Dios.
Aunque en Israel no se renegaba de Yahvé, se pensaba que El no tenía poder sobre la fertilidad de la tierra y el ganado y se iban por ello a los Baales (Señores). (No faltan hoy los ejemplos de fracasos al alejarse del espíritu del Evangelio y poner la confianza en sistemas humanos.) Por eso Yahvé quitará todo a su pueblo, para que sepa que todo viene de Él y confié. Yahvé se esconde y deja a su pueblo en la oscuridad para que vuelva a buscarlo.
Dios hace su gran promesa: los hará criaturas nuevas y puras, convertirá su corazón malo e infiel.
(Los esposos cristianos saben que con la ayuda de Dios es siempre posible comenzar de nuevo, perdonando).
Después de las pruebas Oseas vislumbra una era feliz en la que Yahvé devolverá la tierra a su pueblo purificado.
(Yahvé ama como una madre pero sabe corregir como un padre). No destruirá, sino que prueba para conducir a su hijo a Su Patria.
Después de la prueba, Israel buscará a Yahvé, quien se dejará encontrar.
(La reconciliación de los hombres con Dios será un verdadero matrimonio que irá a la par con la de la humanidad y la naturaleza).
Amós
I. Años – siglo VIII A.C.
II. Notas
El Reino de Israel aparece rico y prospero. La pequeña propiedad ha ido desapareciendo. El lujo de unos pocos insulta la miseria de los pobres.
Amós, del país de Judea, es enviado al Reino del Norte a denunciar las injusticias sociales y la religión de los ritos externos. Anuncia el castigo de Dios, el destierro, pero anuncia también tiempo felices. Anuncia el juicio de Dios, reprochando a las naciones paganas por apartarse de las reglas de la vida humana.
Amós, es el profeta de la justicia social. Nos revela a un Dios que defiende el derecho de los pobres.
Judá tiene el pecado de haber olvidado la Ley Divina.
A Israel se le echa en cara los atropellos de los derechos de los pobres.
Se acalla a los profetas que transmiten la Palabra de Dios, fuente de la verdadera religión.
Los adeptos de la religión corrompida se burlan de los consagrados y les incitan a ser como ellos.
Los oyentes de Amós no comprenden que predique uno que no es sacerdote ni amigo de profetas. Se escandalizan porque se mete en cosas que no tiene que ver con la religión. (Igual a la Iglesia actual)
Amós habla porque Dios le obliga a hablar.
Dios le recuerda a Israel los percances y las pruebas para que reflexionen. Ellos piensan que si cumplen los ritos y ofrecen sacrificios, Dios no se fijará en su mala conducta, pero se engañan.
Se les anuncia un desastre desconocido para que cause mayor temor.
El Día de Yahvé significara, en boca de los profetas, la venida de Dios para juzgar a su pueblo.
La venida de Cristo será juicio de los que rechazaron Su Palabra y Mandamientos, pero colmara las esperanzas de los que confiaron en El y vivieron en su amistad.
Aparece por primera vez la palabra “Resto”. Dios preservara una pequeña minoría que volverá con una fe autentica y serán el brote del nuevo pueblo.
Los profetas aunque amenazen, siempre están intercediendo por el pueblo ante Dios.
Amasias, sacerdote de Betel, piensa solo como funcionario del Rey. El sacerdocio significa para él un oficio y una remuneración.
Amós es solo un seglar a quien Dios encargo una misión personal. Sale perdiendo del encuentro con las autoridades religiosa y Amasias lo proscribe.
Amós describe la avaricia de los comerciantes y los ricos, la explotación de los necesitados, el lujo de los adinerados, el soborno de los jueces.
Amós dice que los que ahora no quieren escuchar porque nada les falta ansiaran recibir de Dios una palabra en su aflicción y esta no llegara. Habrá hambre y sed de la Palabra de Dios.
Se presenta la promesa de unir nuevamente los dos reinos.
Isaías
I. Años
740 A.C. – desaparece Samaria tomada por el Reino de Asur
736 A.C. – es saqueada Jerusalén
701-691 A. C. – Senaquerib, Rey de Asur fracasa en someter a Judá cuando Ezequías, animado por Isaías se le opone.
II. Primera Parte
Joven de noble familia se convierte en eco de un periódo de angustia, desarrolla una lucha perseverante para despertar la fe en las promesas de Dios a los creyentes descendientes de David.
Cuando Israel decae políticamente pierde el sentido de su propia identidad y se pone a vivir como los demás pueblos. Entonces comienza una religión de tradiciones y costumbres que Isaías combate.
Aunque el rey Ezequías trajo paz y prosperidad en su tiempo, esto no trajo la redención esperada. Ezequías parece haber sido más temeroso y observante que hombre de fe profunda. Esto explicaría porque su hijo Manasés fue el peor de los Reyes de Judá.
(Para llegar a la fe verdadera se necesita tener una “experiencia” de Dios).
Yahvé se presenta como un Padre desconocido y se siente herido de ver a sus hijos en una vida torpe e irresponsable. Ni siquiera tienen conciencia de haber abandonado a Dios.
El profeta habla con franqueza para llegar a los hombres sinceros.
Para aquella gente las invasiones y saqueos eran signo de que andaban mal y que sólo esperaban de su religión prosperidad material.
Isaías se burla de los adivinos y espiritistas.
Son adúlteros los que abandonan a Dios y corren detrás de sus intereses.
El profeta condena el culto exterior que no exprese una entrega real a Dios. (Así disfrazamos las injusticias que cometemos cada día)
(Dios se manifiesta como el Santo. Frente a Él, el hombre se siente incapaz de ponerse en sus manos).
(Dios no quiere castigar, sino encontrar a alguien con quien hablar y a quien ama).
(El justo es el que vive según la Verdad; permanece fiel a Dios. Debemos llegar a la Justicia del Espíritu Santo, que es la santidad de Dios implantada en nuestro corazón).
(Hay una gran distancia en conocer lo que es justo y en hacerlo).
(La salvación o liberación que Dios otorga no es entrar a un mundo sin problemas, sino empezar a vivir bajo la mirada exigente de Dios).
(De alguna manera ya viene el Reino de Justicia, aunque parcialmente en este mundo, cuando se dan pasos decisivos en la lucha para la promoción de todos los hombres).
(Son los periodos dolorosos los que anticipan el Reino de Dios; tiempos de crisis y revolución que echan abajo las estructuras antiguas).
(La Ley de Dios es una enseñanza sobre lo que es el hombre y sobre cuál es su misión. L a respuesta final está en Cristo).
(A través de los tiempos Dios mantiene un eje visible del Reino invisible: Primero fue Israel, ahora es la Iglesia. La Iglesia mantiene encendido, por medio de los creyentes sinceros, el fuego de Cristo. Estos crean en torno suyo un tejido de relaciones humanas y de vida auténtica. Esto prepara la venida de hombres nuevos).
(Los actos sinceros del menor de los creyentes pueden ser más eficaces para el progreso del mundo que muchas reuniones ruidosas).
(Un ídolo es algo que toma una importancia desordenada y que devora nuestra vida real. Así pueden serlo la ciencia, el progreso, las comodidades, la casa, el auto o el dinero cuando dejan ser medios para cumplir los planes de Dios y les dedicamos todas nuestras fuerzas y esperanzas).
(El hombre hinchado de si mismo se encierra en su pequeñez y pierde las ofertas de Dios. El orgullo se castiga a sí mismo. El orgullo del hombre, la soberbia de una clase social, la seguridad de una sociedad prospera serán todos doblegados).
Isaías ve a las mujeres de Jerusalén con sus aros, collares y vestiduras semejantes a ídolos, hechas para seducir a los hombres. Son cómplices de la injusticia. (¿Qué lujo no es pagado por los pobres?)
(El Reino de Dios comienza con un juicio y una purificación de la humanidad. Cuando nos esforzamos por destruir los poderes de opresión y las complicidades que estos encuentran en nosotros, estamos cooperando a esta purificación).
(El Reino de Dios es un lugar en donde Dios se hace presente a los hombres).
(Dios procurara el descanso a los fatigados, dará fuerza a los jóvenes para luchar contra la maldad, la corrupción y las opresiones).
(Cristo abriga contra el calor que agota y contra el temporal que arrastra).
(La Biblia no acepta que pocos ocupen la tierra cuando tantos no poseen el terreno que les permitirá vivir. Tampoco se justifica la organización social que deja todas las utilidades del capital en mano de los dueños y hace que la mayoría de los obreros no puedan aprovechar las riquezas de su país. Se condena también a quienes se apropian del poder efectivo en la sociedad impidiendo que otros ejerzan sus responsabilidades de hombres, en el trabajo y en la nación. Nos señala a las viudas, los huérfanos, los pobres y a los extranjeros).
(Culmina el mal cuando en una sociedad se imponen valores falsos).
(Es sabiduría comprender la voluntad de Dios y la manera en como conduce los acontecimientos).
(Los “nobles “, que no se hacen responsables de la promoción de su pueblo serán causa de la destrucción que alcanzará a todos. Muchos que tiene alguna preparación buscan primeramente gozar de un nivel de vida confortable y dejan que se hunda la nación).
Isaías se encuentra con Dios de una manera intima, auténtica, que lo marca para la vida entera. Es perdonado por un acto de fe y acepta totalmente su misión.
Los serafines (ardientes) son seres superiores al hombre que tienen el privilegio de vivir en la presencia de Dios y alabarle.
(La Gloria de Dios es la irradiación que sale de Él. Su energía actúa en todas partes y en cada momento).
(Frente a la Palabra de Dios numerosos hombres y grupos sociales se cierran y rechazan el mensaje que los podía salvar. La Palabra de Dios es para el levantamiento o caída, según la recibamos).
El anuncio del Emmanuel indica que Dios dará a su pueblo la salvación esperada. Se anuncian, sin embargo, grandes pruebas antes.
Las ciudades eran llamadas “hija de…” Por esto se entendía que la virgen de Sion que daría a luz un hijo era la ciudad de Jerusalén. Sion es virgen porque no se entrega a ningún hombre, sino que espera de Dios su salvación. (El creyente es virgen al reservar su corazón a Dios).
(Se profetiza la suerte de las naciones modernas que creen solucionar sus problemas internos uniéndose a naciones más grandes y poderosas. Los grandes les ayudan y protegen, pero salen más dependientes y con más tensiones).
(La fe libera al creyente del miedo, de rumores y de las presiones de la mayoría).
Isaías, concluida su predicación calla y espera que se realicen los acontecimientos. Aunque no lo han escuchado todos hay en torno a el algunos que son signo para los que se agitan a su alrededor. Aun cuando calla su sola presencia inquieta el ambiente. Tal vez no convenza pero es preciso que deje inquietos a varios. (La Biblia nos enseña a esperar. Nos muestra una serie de metas que debemos anhelar y conquistar. Así nos vamos superando hasta lograr la herencia definitiva).
(Jesús es como la piedra que apenas sale del suelo pero que hace caer al que no la ve. Dios no multiplica los milagros sino que se “esconde” para que nuestra fe sea más pura).
(Dios reconoce por suyos a los que obedecen su Palabra y le creen).
(La descendencia verdadera de Abraham es Cristo y la tierra verdadera es el Reino de Dios).
Los pecados de Israel no anularan el designio de Dios. Volverá interiormente a su Dios del destierro, de la separación que vivió.
Isaías es el primero que anuncia al Mesías. Hasta el tiempo de David los judíos solo esperaban la Tierra prometida y buenos Reyes. El Mesías será un nuevo David e hijo de Jesé como él. Será el Hombre del Espíritu de Sabiduría e Inteligencia, como Salomón; de Prudencia y Fuerza, como David; de Conocimiento y Respeto hacia Yahvé como Moisés y los Patriarcas. Será el lugarteniente de Dios, atento a los pobres y débiles.
(No se deben oponer liberación material y espiritual. Es tarea espiritual hacer justicia, exigiendo y realizando reformas y revoluciones, reprimiendo al opresor y gobernado según los preceptos de Yahvé).
(Todo lo que hagamos por mejorar el mundo no basta para producir el amor, ni para lograr el perdón de los pecados, ni para crear un hombre nuevo. Esto va a ser la obra de Cristo en nosotros. El nos comunica la Justicia atraves de nuestras luchas y trabajos, de nuestra muerte y resurrección).
(La renovación del pueblo de Dios se comunicara la naturaleza. Las fuerzas hostiles serán puestas al servicio del hombre. Los imperios que subyugaron al mundo desaparecerán sin dejar herederos).
La misión de Isaías fue la de ver y justificar la lenta caída de su nación. El la juzga con la luz de Dios. Habla de establecer la vida nacional sobre bases justas y morales.
(Por que Dios es justo no solo dará a los vivos la liberación esperada, sino, que resucitará a todas las víctimas inocentes que han confiado en El).
(El nuevo pueblo de Dios será un pueblo de creyentes y por eso nada lo podrá dominar).
(El hombre de fe no se deja impresionar por los peligros; se confía solo en la Palabra de Dios).
(Antes de meterse en juegos políticos el Rey debe ser justo y el pueblo fiel a los mandamientos. Así mismo la Iglesia. El Rey justo comunicará su espíritu a los gobernantes y responsables).
(La certeza del creyente debe ser absoluta).
(Al creyente que se mantiene al margen de la Iglesia, aprovechando sus servicios, sin comprometerse, siempre le es fácil criticarla. Si entra en ella y comparte su vida profunda descubre firmeza, paz y la presencia de Dios).
(Dios no soporta el orgullo de los poderosos, que al despreciar a los humildes, desprecian a Dios mismo).
(La promesa de liberación va a la par con las promesas de renovación nacional. Dios protege a los pueblos indefensos y a los grupos humanos que permanecen fieles a su misión. De igual forma con la Iglesia).
(Dios interviene solo para hacer cumplir sus planes).
(Los creyentes de este tiempo, para quienes morir significaba perderlo todo trataban de convencer a Dios de que no desaparecieran para siempre).
III. Segunda Parte
(El Dios Redentor es el que guía a una nación arruinada. Se inclina personalmente hacia el hombre rebelde y descarriado, envejecido y enfermo por su propia culpa y le restituye la salud, le comunica una esperanza y le enseña el significado de su sufrimiento).
Los judíos al volver del destierro, comenzaron a mirar lo que les ofrecía el Dios que perdona. Ahora debían no solo restaurar su país sino también hacerse los agentes de la reconciliación Universal de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. Desterrados de Babilonia e ilustrados por Jeremías y Ezequiel sabían que eran el resto.
Dios envía a los profetas para aclarar los acontecimientos e indicar un camino.
Para Israel el acontecimiento fue la liberación realizada por Ciro, Rey de los persas. Dios escogió a un rey pagano para salvar a su pueblo. (El no escoge siempre a santos y creyentes para liberar a los pueblos). Dios actúa a través de los acontecimientos históricos. El descubre a sus profetas los acontecimientos como prueba de que El mismo era el verdadero salvador. Sorprende a los judíos, que pensaban que Yahvé era solamente su Dios, pero llama ungido a Ciro.
Surge un profeta desconocido que trae el primer mensaje de Buena Nueva que invita a creer en Yahvé y a esperar y preparase para regresar a Jerusalén. Yahvé por su pueblo atrae a todas las naciones a reconocer la ciudad verdadera. Esto se cumple cando los judíos de vuelta a su tierra comienzan a ser misioneros del Dios único. No se cansa de expresarles el amor y la ternura de Yahvé, semejante al de una madre. El amor de madre saca a Israel de la desesperación y del desprecio, lo reconstruye y reúne a los dispersos.
Se anuncia al Siervo de Yahvé, a Cristo, que por su sacrificio y muerte salvará a todos los hombres, llevándoles al perdón. Los prodigios de la Redención serán tan evidentes que descubrirán a todos los hombres de la tierra la gloria del Dios único y reconocerán a Yahvé. (Cristo enseñará a las naciones las decisiones de Dios para realizar la Justicia. Para salvar no usara los medios humanos: propaganda, demagogia, violencia).
El Siervo de Yahvé es el hombre de la Palabra, totalmente entregado, cansado y aparentemente sin éxito, hasta que Yahvé diera el fruto a sus trabajos. Este fue designado, a diferencia de los profetas, para una misión universal.
(El consuelo del Señor debe servirnos para levantarnos el ánimo, para que sigamos nuestra misión, no para resignarnos a ser pasivos. Al recordar las promesas de Dios debemos luchar perseveradamente contra las fuerzas del mal. Dará la vista, la fe a los ciegos incrédulos).
(Dios se da a conocer a los hombres mientras estos se preocupen por dar al mundo la justicia y salvar a sus hermanos oprimidos).
(Muchas personas se entusiasman por Cristo sin importarles quien es).
(Dios nos invita a tener paciencia, esperanza y optimismo).
(Todo es posible, hasta vivir según el Evangelio en un ambiente materializado).
(Los hombres se las arreglan para que el servicio a Dios no les quite su tiempo ni su dinero).
(Muchos recuerdan a Dios solo para quejarse de Él).
Los profetas negaban el valor de los ritos y rezos cuando no hay fe y obediencia a Dios.
(Nuestro tiempo, aunque orgulloso de sus descubrimientos científicos, mantiene bastantes supersticiones).
(La obra de Dios se cumple en el mundo a veces por quienes no la conocen).
(Los cambios políticos y culturales, aunque a veces parecen dirigidos contra la Iglesia, sirven al final para destruir muchas supersticiones y falsos dioses).
(La Justicia es la rectitud total del hombre, una vida según la Verdad y el Amor).
(Cristo no cumplirá solo su obra. Esta deberá realizarse atraves de la historia).
(Justicia y Salvación serán los frutos de la humanidad fecundada por la misericordia de Los Cielos).
(La Alianza definitiva de Dios es en el Amor y la Fidelidad).
La liberación de Israel es el medio por el cual Yahvé se dará a conocer al mundo).
(Dios sigue en su Iglesia para que los que no crean le descubran cuando vean que se renueva constantemente, que en ella se encuentran la unión fraternal y la búsqueda de la justicia, un afán de verdad que las sociedades humanas no logran).
(Dios nos atrae despertando nuestro interés por lo que ha realizado en otros. (Creyentes realmente salvados que manifiestan una paz y una vida fecunda que no podemos alcanzar por nuestras propias fuerzas).
(Las civilizaciones materialistas pretenden alcanzar por la técnica todo lo que necesita el hombre. Personas y grupos se creen sabios y piensan organizar sin Dios una vida sin problemas).
Los profetas no miran el poder militar o económico de las naciones, sino como tratan al hombre que ya no produce, al anciano.
(Cada creyente debe verificar en su vida lo que anunció Cristo).
(La Iglesia tiene la fecundidad donde vive pobre y confiada en Dios. Ahí encuentran las clases cultas, técnica y obreras la verdadera comprensión).
(Para sostener al que está cansado hay que ser enseñado por Dios).
El profeta es hombre de oración y dócil al Espíritu de Dios, que es quien conoce sus secretos.
(La resurrección se hará en una acción común. Yahvé es quien indica el momento que prepara las condiciones históricas para que sea factible. Los hijos de Jerusalén tienen que desear ser liberados para luego ir a reconstruir).
(Aunque Dios parece dormir es oficio del creyente llamarle insistentemente, mientras actuamos y preparamos el mañana, para pedirle que reúna las condiciones para seguir adelante).
(Dios anima a hombres fracasados, que padecen los males que merecieron, pecadores. Al perdonarlos les hace fuertes).
(El hombre pertenece a Dios y se encuentra libre obedeciéndole. Cristo nos rescata de toda esclavitud).
(Los apóstoles, igual que los profetas, son los que anuncian al mundo que Cristo es el Señor).
(Nuestros actos traen consecuencias que superan lo que podríamos imaginar, por ello, no basta con arrepentirnos para que todo vuelva a su lugar, sino que hay que construir firme para perseverar. Por el perdón Dios, a partir de nuestras faltas y de las miserias que acarrean, se edifica algo nuevo y mejor. Cristo pagó la deuda de amor y obediencia).
El profeta anuncia, aun sin comprenderlo, la resurrección.
(Redención significa pagar el precio para rescatar a un esclavo o preso).
(Si bien es cierto que la nueva Jerusalén esta de alguna manera en la Iglesia, también es cierto que la seguimos construyendo. Todavía el rostro de la Iglesia presenta Parroquias rutinarias, instituciones que buscan en vano el Espíritu de Dios y responsables comprometidos con los poderosos).
(Cuando el pueblo de Dios se encuentra sin oportunidades de ser grande según los criterios humanos, es cuando Dios se inclina hacia el. Hoy, el pueblo de Dios ya no tiene seguridad propia, no es la iglesia reconocida y privilegiada, no es la religión prestigiosa. El Señor se ha hecho su esposo para darle otra fecundidad).
(Las iglesias grandes y frías serán reemplazadas por comunidades más fervorosas).
(Dios es quien siempre da primero. Solo espera que le abramos la puerta).
(Jesús dará el reposo, el pan de vida y a sí mismo como el amigo).
(La palabra de Dios aparece como una fuerza y una persona: Cristo).
IV. Tercera Parte (Metas de la Iglesia)
(Dios viene a salvar. No salva a los de su pueblo sino a los extranjeros. Vendrá con el Espíritu para entregar su Evangelio a los pobres).
(Es tarea nuestra hacer que Dios se haga presente).
(Muchos cristianos se conforman con ser “practicantes”, sin ver que la práctica que Dios pide es realizar la liberación de todos los hombres).
(Dios no quiere la muerte del pecador ni la humillación de sus criaturas. El ama a todos y exige desatar las cadenas y compartir con los demás).
(Hay que luchar desde los pequeños privilegios que los compañeros de trabajo defiendes unos contra otros, hasta contra las leyes que mantienen marginadas a clases enteras).
(No basta convertirse de corazón, sino que hay que cambiar a la vez las estructuras y las instituciones. Estas nos hacen participar a todos en las injusticias y los pecados de la sociedad en que vivimos).
(El cristianismo significa también realizar con éxito la revisión de las leyes del comercio internacional).
(Hay que compartir para crear un mundo solidario donde todos trabajen por el bien de todos. Dar al hambriento lo que deseas para ti).
(Los problemas humanos se resisten a las soluciones teóricas, pero encontraran salidas inesperadas cuando cada fracción acepte compartir y apartar el gesto amenazante. La humanidad tendrá plenamente lo que anhelaba: la luz, la unidad, la felicidad perpetua, la paz. Dios será todo en todos).
(El Evangelio es una semilla y la resurrección de Cristo el comienzo de un orden nuevo).
(Cristo vino para que su espíritu estuviera sobre nosotros, para trabajar por la promoción de nuestros hermanos en forma tal que ellos reconozcan en esto la mano de Dios).
(Debemos siempre mantener nuestra esperanza en las pruebas y los tiempos oscuros).
(Debemos descubrir las riquezas desconocidas en la Iglesia y ver el trabajo que hace Dios en el mundo por medio de ella).
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