domingo, 29 de septiembre de 2019

#659- Mes Misionero Extraordinario

Se acerca el mes de octubre, proclamado por Papa Francisco como el MES MISIONERO EXTRAORDINARIO..

La Iglesia, que nace de la misión de Cristo, nos hace a todos bautizados y enviados.

Esta es una misión universal, donde todo católico debe integrarse. Cubre todos los continentes del planeta. y precisamente comienza con la Fiesta de la patrona de las misiones, Santa Teresita del Niño Jesús el 1 de octubre. En oración solidaria unámonos a Cristo y toda su Iglesia para que los frutos sean abundantes. recordemos a todos los que han entregado su vida en tierras de misión por anunciar el Evangelio.




jueves, 26 de septiembre de 2019

#658 - El amigo fiel

La lectura del libro del Eclesiástico 6,5-17 nos sorprende con algunas recomendaciones sobre la amistad, dadas por un hombre que vivió unos 200 años antes de Cristo.

Nos dice el escritor sagrado: "Sean muchos los que te saludan, pero amigo íntimo, uno entre mil; si quieres un amigo, comienza por probarlo, no confíes enseguida en el, porque hay amigos de un momento que no duran en tiempo de peligro; hay amigos que se vuelven enemigos y descubrirán tus peleas para avergonzarte; hay amigos que acompañan a la mesa y no aparecen  a la hora de la desgracia; cuando te va bien están contigo; cuando te va mal, huyen de ti; si te alcanza la desgracia , te dan la espalda y se esconden de tu vista...El amigo fiel es refugio seguro; quien lo encuentra, encuentra un tesoro; un amigo fiel no tiene precio ni se puede pagar su valor; un amigo fiel es algo maravilloso; quien respeta a Dios lo consigue; el que teme al Señor encamina su amistad porque su amigo será como el".

domingo, 22 de septiembre de 2019

#657 - Los profetas 2

Los Profetas:Resumen de apuntes y notas de la Biblia Latinoamericana

Miqueas
I.        Años
Es contemporáneo con Isaías.
II.      Notas
Conocía los sufrimientos y las destrucciones  de la guerra y la explotación del campesino.
Dios le llama y dándole fuerza, justicia y valentía se va a denunciar los pecados de Israel.
Habló en nombre de un Dios a quien nadie amaba y denunció con suma violencia las injusticias.
Algunas de sus palabras fueron luego aplicadas al Reino de Judá.
Bastaba mirar las capitales para ver lo que decía Miqueas: la distinción de dos clases, la del campesinado y la del ciudadano.
Miqueas  denuncia a los explotadores que siempre tienen medios legales para despojar a los pequeños. Denuncia a los mayores responsables: las autoridades religiosas y civiles.
Todos se indignan contra el profeta que perturba la injusticia establecida.
Había profetas por todas partes, se elegían como se elige cualquier oficio. Pero  el verdadero profeta no era el que sacaba de apuros a quienes le pagaban, sino el que denunciaba el mal.
Miqueas anuncia que el Mesías saldrá de Belén, Ciudad de David. Opone ese Rey rural de la Paz a los reyes inútiles de la capital.
Los judíos ya no saben lo que Dios desea. Cuando están en apuros ofrecen cosas costosas, aún a sus hijos, como los paganos.
La respuesta de Dios es clara: practicar la justicia (Amós), amar con ternura (Oseas), caminar humildemente con tu Dios (Isaías).
No se detalla un programa de vida ni se indican obligaciones de justicia o de piedad. Dios pide un cambio interior y profundo frente a Él y frente al prójimo.
El justo sabe que la maldad trae desgracias, por eso se mantiene firme y confiado en Dios.
Jonás
I.        Años – 700 A.C.
II.      Notas
El libro es un cuento, aunque su autor merece el título de profeta.
Critica a los mismos judíos que, encerrados en su nacionalismo, olvidan que Dios es el Dios de todos los hombres.
Jonás se niega a obedecer el llamado de Yahvé porque no se siente responsable de los ninivitas. Se queja de la misericordia de Yahvé con estos.
Dios quiere salvar a todos, hombres y animales, sin mirar la raza y la religión.
Jonás representa a los creyentes que envidian y calumnian al bien que hacen  los hombres de religión, porque tiene miedo a que la gente haga una comparación desfavorable para los cristianos.


Sofonías
I.        Años - 630 A.C.
II.      Notas
Habla para decir que la paciencia de Dios ya no soporta más y que va a purificar a Jerusalén destruyendo a su pueblo, que no confía en El.
Anuncia la voluntad de Dios de formar un pueblo de pobres.
Los judíos sostenían que la venida del Señor debía ser una de liberación para su pueblo. Debía salvarlos de sus enemigos aunque siguieran su vida sin fe ni justicia. (Tenemos que poner nuestra parte)
La salvación de Dios no es así y comenzará por destruir a los que no se conviertan.
Por primera vez se llama pobres  a los que esperan a Dios. Se describe a si la actitud que permite acoger el amor de Dios; actitud de los que no tienen nada (no necesariamente en lo material) y están dispuestos a recibirlo todo.
(Hay que estar despojados de todo lo que se opone a Dios).
(La palabra pobreza indicaba fracaso; ahora será la condición para buscar a Dios).

Jeremías
I.        Años
626 A.C. – el descubrimiento del libro de la Ley ocasiona una renovación religiosa (La Reforma de Josías).
II.      Notas
Dios se busca un encargado a quien confía la misión de arrancar y destruir, de edificar y plantar.
(Aunque la historia la preparan los trabajadores, los militantes, los pensadores y los responsables de toda clase, es Dios quien junta las fuerzas y dispone los acontecimientos. El obra mediante las obras, las palabras, los escritos y los rezos de muchísima gente).

Jeremías, al ser hecho profeta piensa y siente como Yahvé. Será dirigido por el Espíritu, obedecerá los riesgos, sean los que sean; y a pesar de su naturaleza tímida. Al no detenerse en su propia incapacidad se enfrentará a los poderosos y no temerá a las amenazas o al “qué dirán”.
Los judíos creyeron que Jeremías, después de muerto, estaba delante de Dios intercediendo por ellos.
(No somos producto del azar. Dios mismo nos formó y nos preparó para una misión. El nos revela lo que somos, que es mucho más de lo que podríamos imaginar con nuestra mente limitada).
(No puede haber compromiso entre las apariencias de una vida cristiana y la fe verdadera).
(El verdadero apóstol deberá destruir para edificar).
Los israelitas se han acostumbrado a sentirse dueños de lo que era un don de Dios. (Cuando Yahvé los socorría)
Jeremías llama a los que solo confiaban en sus propios dioses y planes.
El abandono de Dios reviste tres formas: 1) dejar de buscar la voluntad de Dios, 2) restablecer los cultos  a los falsos dioses, 3) aliarse con pueblos poderosos.
Prosperidad o desgracia no son prueba de que vivamos bien o mal.
El pecado trae siempre su castigo.
No se puede comprender el pecado si no se ha conocido el amor.
Yahvé aceptaría perdonar todo por un justo.
Los israelitas acuden al templo pensando que Yahvé les bendice aun cuando no han cambiado su vida. Por eso Yahvé piensa destruir el templo para que no confíen más en este. Practican el culto pero no se preocupan por reconocer la palabra de Dios y conocer lo que le agrada.
(En la Iglesia existe a veces esa misma confianza que los judíos tenían en sus ritos: en las Parroquias desde siglos, el bautismo y la misa como garantía son nuestro orgullo de ser la Iglesia verdadera).
(La verdadera religión es escuchar la Palabra de Dios).
(Si no hay sabiduría no sabemos cómo actuar. No bastan los estudios humanos para la verdadera sabiduría. Perdemos el tiempo aprendiendo cosas poco útiles, mirando televisión y leyendo novelas).
(Conocer a Yahvé es el medio para mantenerse firme frente al mal; nos darán deseos de imitar a Dios y de llevar justicia y bondad a la tierra).
(Para ser fiel a Dios hay que ser movidos y transformados por El).
Cuando sus verdaderos amigos vacilan, Dios no les ofrece ningún alivio; sabe que al prepararles nuevos sacrificios los llevará a una nueva entrega.
A los que no quieren verle Dios les vuelve ciegos. Dios hace que se deshonren a sí mismos por sus vicios.
Los falsos profetas dan seguridades  a una sociedad fundada en falsos principios. Frente a ellos Jeremías pasa por débil y amargado, que no da la respuesta de Dios.
Un profeta verdadero no es reconocido en su pueblo, mientras se alaba a los que proporcionan opio al pueblo.
Yahvé comunica al profeta su propia manera de ver y de sentir las cosas. Ya este no puede compartir la alegría fácil y las conversaciones insignificantes que llenan la vida.
(El precio de la alegría de Dios es estar condenados a vivir solos).
Yahvé no aprueba la debilidad de su profeta.
Ya que el profeta es como la boca y el representante de Dios, todo lo que hace tiene valor de signo. Jeremías no puede buscar un matrimonio feliz mientras Israel le vuelve la espalda a Yahvé.
Jeremías no menosprecia el respeto a Dios, que se manifiesta en actitudes exteriores.
(Jesús nos dirá que la observancia del descanso no debe impedir que hagamos obras de salvación. Pero nunca enseñara que podemos suprimir el descanso del domingo, que nos permite orar y liberarnos de la esclavitud de nuestras preocupaciones diarias).
(A cada momento puede uno convertirse).
(No hay un plan de Dios escrito de antemano, de manera que estemos obligados a cumplirlo. Dios nos crea a cada momento y ejecuta su plan sobre el mundo mientras actuamos libremente).
La gente se vuelve enemiga del profeta porque denuncia el mal y se niega a participar en el pecado de todos. No comprenden su manera de juzgar pues no han recibido la luz de Dios.
Jeremías anhela el Reino de Dios por la docilidad del corazón mientras el pueblo solamente desea pan y seguridad.
(Obedecer a la más exigente misión es ser libre).
No hay consuelo humano que saque al profeta de su desesperación.
(Si los poderosos no tienen el valor de dejar sus privilegios y de hacer justicia y los gobiernos hacen reformas que quedan en el papel, ¿Cómo frenar la violencia?)
La destrucción del Israel “carnal” prepara la venida del “espiritual”.
(La humanidad espera su unidad en la paz y es misión de la Iglesia presentar una imagen de los diversos pueblos reunidos en Cristo. La unidad definitiva se alcanzará en la Jerusalén celestial).
(El buen pastor deberá vivir en la intimidad de Dios).
Los desterrados son el comienzo del nuevo pueblo.
El pueblo salva  a Jeremías ante los sacerdotes y falsos profetas. Muchas veces los que guardan la Palabra de Dios se oponen a los profetas. A menudo estos sacerdotes se preocupan sólo de mantener las cosas del pasado y las formas exteriores de la religión; mientras los profetas invitan a dar un paso adelante  y servir a Dios más sinceramente.
Les cuesta bastante a los “maestros” de la religión aceptar que Dios se sirva de otro para enseñarles o para reprocharles.
El falso profeta no verifica lo que habla y aparta al pueblo de la Ley.
El profeta que anuncia la paz solo será reconocido cuando se realice lo que anunció.
Los profetas fueron enviados a un pueblo pecador para formarle la conciencia del pecado, no para adormecerla.
(Cuando se vive en injusticia hay que desconfiar de los que prometen la prosperidad).
(El hombre no puede hacerse justo ni acercarse a Dios por sus propios esfuerzos).
(Dios transformara al hombre interiormente para que pueda amar y obedecer).
(La Nueva Alianza se realizara por la muerte de Cristo).
Yahvé es defensor del oprimido y destruirá su propio país si es necesario.
Jeremías, quebrantado por el desastre de su pueblo, sufre con ellos y pasa a ser figura de Cristo, el salvador sufrido.
Los gobernantes de ese tiempo, como muchos ahora, no dirigen sino que siguen la corriente mayoritaria.
Jeremías, que conoce el futuro, aconseja no luchar para que no desaparezca el pueblo que porta la esperanza.
Los jefes judíos solo se fijan en las apariencias de la libertad y el patriotismo. Todo les parece perdido al someterse al extranjero. Jeremías se fija en el interior del hombre.
Ser judío es mantener los ideales y las razones de vivir de Israel.
Ser libre es servir solo a Yahvé.
Si Israel mantiene su fe y observa la Ley recobrara algún día su independencia y volverá a su tierra.
(No debemos porfiar en luchas por causas e instituciones que ya no corresponden a un mundo que paso por cambios irreversibles y en el que Dios nos llama a una misión diferente).
(La verdadera independencia de un pueblo es su independencia moral y cultural. Lo más grave sería que sus hijos sacrifiquen sus valores morales tradicionales o que adopten servilmente normas y métodos de desarrollo que les impongan desde afuera).
Jeremías nos invita a no temblar ante las grandes potencias del mundo de hoy.
(Naciones grandes han surgido para echar abajo a una cristiandad aburguesada y adormecida.  Las revoluciones y persecuciones han derribado las frágiles construcciones en que confiaban los cristianos).

(La Iglesia, aparentemente despojada se levanta con mas fuerzas).

jueves, 19 de septiembre de 2019

#656 - Los profetas 1

Los Profetas:Resumen de apuntes y notas de la Biblia Latinoamericana

I.        Introducción

Los encontramos sólo en la Biblia.
 Levantan su mirada a los hombres, llaman a su conciencia  y les anuncian la reunión de todos en el Reino de Dios.
Saben ver cómo los acontecimientos forman parte de la obra de Dios y señalan cuales objetivos debemos fijarnos para cooperar con su Reino.
Son servidores de la Verdad y la Justicia.
Viven su fe en medio del mundo sin olvidar la realidad histórica.
Denuncian una política, una sociedad, unas costumbres que llevan la marca del pecado.
Cada cristiano está llamado a ser profeta: animando, guiando, educando.

II.    Exposición en orden cronológico
Oseas
I.        Años -746 A.C.
Predica en el reino del Norte bajo el reinado de Jeroboam II, antes del destierro.
II.      Notas
Es el profeta engañado por su esposa a la que no deja de amar. Aunque devorado por los celos y cansado de perdonar constantemente, seguirá amando a su esposa y logrará al fin rescatarla por su amor grande y misericordioso.
Después de ser llamado por Dios, ha recibido el privilegio de sentir y de ver las cosas a la manera de Dios. (Va a llevar la misma cruz que Cristo al amar y perdonar a su esposa liviana e infiel).
Oseas se levanta para acusar y amenazar al pueblo que vive despreocupado. Comprende que Dios es un educador y que no permite sin razón las desgracias de la nación. Por este medio Israel volverá a ser humilde y pobre, capaz de seguir a su Dios con fe y amor.
Se condenan las faltas y la irresponsabilidad de las autoridades civiles y religiosas por cuya causa sufre el pueblo.
Oseas acusa  a los sacerdotes que imitan las prácticas paganas de la adivinación y la prostitución.
(El hombre lamenta sus errores, pero su sinceridad no es tal para que deje sus pecados. Piensa contentar a Dios con sacrificios que el mismo decide y no sabe alcanzar el verdadero amor que se prueba en la obediencia).
Oseas condena a los reyes que no vienen de Dios. Solos los hijos de David, al sur, son los elegidos de Dios.
Aunque en Israel no se renegaba de Yahvé, se pensaba que El no tenía poder sobre la fertilidad de la tierra y el ganado y se iban por ello a los Baales (Señores). (No faltan hoy los ejemplos de fracasos al alejarse del espíritu del Evangelio y poner la confianza en sistemas humanos.) Por eso Yahvé quitará todo a su pueblo, para que sepa que todo viene de Él y confié. Yahvé se esconde y deja a su pueblo en la oscuridad para que vuelva a buscarlo.
Dios hace su gran promesa: los hará criaturas nuevas y puras, convertirá su corazón malo e infiel.
(Los esposos cristianos saben que con la ayuda de Dios es siempre posible comenzar de nuevo, perdonando).
Después de las pruebas Oseas vislumbra una era feliz en la que  Yahvé devolverá la tierra a su pueblo purificado.
(Yahvé ama como una madre pero sabe corregir como un padre). No destruirá, sino que prueba para conducir a su hijo a Su Patria.
Después de la prueba, Israel buscará a Yahvé, quien se dejará encontrar.
(La reconciliación de los hombres con Dios será un verdadero matrimonio que irá a la par con la de la humanidad y la naturaleza).

Amós
I.        Años – siglo VIII A.C.
II.      Notas
El Reino de Israel aparece rico y prospero. La pequeña propiedad ha ido desapareciendo. El lujo de unos pocos insulta la miseria de los pobres.
Amós, del país de Judea, es enviado al Reino del Norte a denunciar las injusticias sociales y la religión de los ritos externos. Anuncia el castigo de Dios, el destierro, pero anuncia también tiempo felices. Anuncia el juicio de Dios, reprochando a las naciones paganas por apartarse de las reglas de la vida humana.
 Amós, es el profeta de la justicia social. Nos revela a un Dios que defiende el derecho de los pobres.
Judá tiene el pecado de haber olvidado la Ley Divina.
A Israel se le echa en cara los atropellos de los derechos de los pobres.
Se acalla a los profetas que transmiten la Palabra de Dios, fuente de la verdadera religión.
Los adeptos de la religión corrompida se burlan de los consagrados y les incitan a ser como ellos.
Los oyentes de Amós no comprenden que predique uno que no es sacerdote ni amigo de profetas. Se escandalizan porque se mete en cosas que no tiene que ver con la religión. (Igual a la Iglesia actual)
Amós habla porque Dios le obliga a hablar.
Dios le recuerda a Israel los percances y las pruebas para que reflexionen. Ellos piensan que si cumplen los ritos y ofrecen sacrificios, Dios no se fijará en su mala conducta, pero se engañan.
Se les anuncia un desastre desconocido para que cause mayor temor.
El Día de Yahvé significara, en boca de los profetas, la venida de Dios para juzgar a su pueblo.
La venida de Cristo será juicio de los que rechazaron Su Palabra y Mandamientos, pero colmara las esperanzas de los que confiaron en El y vivieron en su amistad.
Aparece por primera vez la palabra “Resto”. Dios preservara una pequeña minoría que volverá con una fe autentica y serán el brote del nuevo pueblo.
Los profetas aunque amenazen, siempre están intercediendo por el pueblo ante Dios.
Amasias, sacerdote de Betel, piensa solo como funcionario del Rey. El sacerdocio significa para él un oficio y una remuneración.
Amós es solo un seglar a quien Dios encargo una misión personal. Sale perdiendo del encuentro con las autoridades religiosa y Amasias lo proscribe.
Amós describe la avaricia de los comerciantes y los ricos, la explotación de los necesitados, el lujo de los adinerados, el soborno de los jueces.
Amós dice que los que ahora no quieren escuchar porque nada les falta ansiaran recibir de Dios una palabra en su aflicción y esta no llegara. Habrá hambre y sed de la Palabra de Dios.
Se presenta la promesa de unir nuevamente los dos reinos.
Isaías

I.                    Años
740 A.C. – desaparece Samaria tomada por el Reino de Asur
736 A.C. – es saqueada Jerusalén
701-691 A. C. – Senaquerib, Rey de Asur fracasa en someter a Judá cuando  Ezequías, animado por Isaías se le opone.
II.                  Primera Parte
Joven de noble familia se convierte en eco de un periódo de angustia, desarrolla una lucha perseverante para despertar la fe en las promesas de Dios a los creyentes descendientes de David.
Cuando Israel decae políticamente pierde el sentido de su propia identidad y se pone a vivir como los demás pueblos. Entonces comienza una religión de tradiciones y costumbres que Isaías combate.
Aunque el rey Ezequías trajo paz y prosperidad en su tiempo, esto no trajo la redención esperada. Ezequías parece haber sido más temeroso y observante que hombre de fe profunda.  Esto explicaría porque su hijo Manasés fue el peor de los Reyes de Judá.
 (Para llegar a la fe verdadera se necesita tener una “experiencia” de Dios).
Yahvé se presenta como un Padre desconocido y se siente herido de ver a sus hijos en una vida torpe e irresponsable. Ni siquiera tienen conciencia de haber abandonado a Dios.
El profeta habla con franqueza para llegar  a los hombres sinceros.
Para aquella gente las invasiones y saqueos eran signo de que andaban mal y que sólo esperaban de su religión prosperidad material.
Isaías se burla de los adivinos y espiritistas.
Son adúlteros los que abandonan a Dios y corren detrás de sus intereses.
El profeta condena el culto exterior que no exprese una entrega real a Dios. (Así disfrazamos las injusticias que cometemos cada día)
(Dios se manifiesta como el Santo. Frente a Él, el hombre se siente incapaz de ponerse en sus manos).
(Dios no quiere castigar, sino encontrar a alguien con quien hablar y a quien ama).
(El justo es el que vive según la Verdad; permanece fiel a Dios. Debemos llegar a la Justicia del Espíritu Santo, que es la santidad de Dios implantada en nuestro corazón).
(Hay una gran distancia en conocer lo que es justo y en hacerlo).
(La salvación o liberación que Dios otorga no es entrar a un mundo sin problemas, sino empezar a vivir bajo la mirada exigente de Dios).
(De alguna manera ya viene el Reino de Justicia, aunque parcialmente en este mundo, cuando se dan pasos decisivos en la lucha para la promoción de todos los hombres).
(Son los periodos dolorosos los que anticipan el Reino de Dios; tiempos de crisis y revolución que echan abajo las estructuras antiguas).
(La Ley de Dios es una enseñanza sobre lo que es el hombre y sobre cuál es su misión. L a respuesta final está en Cristo).
(A través de los tiempos Dios mantiene un eje visible del Reino invisible: Primero fue Israel, ahora es la Iglesia. La Iglesia mantiene encendido, por medio de los creyentes sinceros, el fuego de Cristo. Estos crean en torno suyo un tejido de relaciones humanas y de vida auténtica. Esto prepara la venida de hombres nuevos).
(Los actos sinceros del menor de los creyentes pueden ser más eficaces para el progreso del mundo que muchas reuniones ruidosas).
(Un ídolo es algo que toma una importancia desordenada y que devora nuestra vida real. Así pueden serlo la ciencia, el progreso, las comodidades, la casa, el auto o el dinero cuando dejan ser medios para cumplir los planes de Dios y les dedicamos todas nuestras fuerzas y esperanzas).
(El hombre hinchado de si mismo se encierra en su pequeñez y pierde las ofertas de Dios. El orgullo se castiga a sí mismo.  El orgullo del hombre, la soberbia de una clase social, la seguridad de una sociedad prospera serán todos doblegados).
Isaías ve a las mujeres de Jerusalén con sus aros, collares y vestiduras semejantes a ídolos, hechas para seducir a los hombres. Son cómplices de la injusticia. (¿Qué lujo no es pagado por los pobres?)
(El Reino de Dios comienza con un juicio y una purificación de la humanidad. Cuando nos esforzamos por destruir los poderes de opresión y las complicidades que estos encuentran en nosotros, estamos cooperando a esta purificación).
(El Reino de Dios es un lugar en donde Dios se hace presente a los hombres).
(Dios procurara el descanso  a los fatigados, dará fuerza  a los jóvenes para luchar contra la maldad, la corrupción y las opresiones).
(Cristo abriga contra el calor que agota y contra el temporal que arrastra).
(La Biblia no acepta que pocos ocupen la tierra cuando tantos no poseen el terreno que les permitirá vivir. Tampoco se justifica la organización social que deja todas las utilidades del capital en mano de los dueños y hace que la mayoría de los obreros no puedan aprovechar las riquezas de su país. Se condena también a quienes se apropian del poder efectivo en la sociedad impidiendo que otros ejerzan sus responsabilidades de hombres, en el trabajo y en la nación. Nos señala a las viudas, los huérfanos, los pobres y a los extranjeros).
(Culmina el mal cuando en una sociedad se imponen valores falsos).
(Es sabiduría comprender la voluntad de Dios y la manera en como conduce los acontecimientos).
(Los “nobles “, que no se hacen responsables de la promoción de su pueblo serán causa de la destrucción que alcanzará a todos. Muchos que tiene alguna preparación buscan primeramente gozar de un nivel de vida confortable y dejan que se hunda la nación).
Isaías se encuentra con Dios de una manera intima, auténtica, que lo marca para la vida entera. Es perdonado por un acto de fe y acepta totalmente su misión.
Los serafines (ardientes) son seres superiores al hombre que tienen el privilegio de vivir en la presencia de Dios y alabarle.
(La Gloria de Dios es la irradiación que sale de Él. Su energía actúa en todas partes y en cada momento).
(Frente a la Palabra de Dios  numerosos hombres y grupos sociales se cierran y rechazan el mensaje que los podía salvar. La Palabra de Dios es para el levantamiento o caída, según la recibamos).
El anuncio del Emmanuel indica que Dios dará a su pueblo la salvación esperada. Se anuncian, sin embargo, grandes pruebas antes.
Las ciudades eran llamadas “hija de…” Por esto se entendía que la virgen de Sion que daría a luz un hijo era  la ciudad de Jerusalén. Sion es virgen porque no se entrega a ningún hombre, sino que espera de Dios su salvación. (El creyente es virgen al reservar su corazón a Dios).
(Se profetiza la suerte de las naciones modernas que creen solucionar sus problemas internos uniéndose a naciones más grandes y poderosas. Los grandes les ayudan y protegen, pero salen más dependientes y con más tensiones).
(La fe libera al creyente del miedo, de rumores y de las presiones de la mayoría).
Isaías, concluida su predicación calla y espera que se realicen los acontecimientos.  Aunque no lo han escuchado todos hay en torno a el algunos que son signo para los que se agitan a su alrededor. Aun cuando calla su sola presencia inquieta el ambiente. Tal vez no convenza pero es preciso que deje inquietos a varios. (La Biblia nos enseña a esperar. Nos muestra una serie de metas que debemos anhelar y conquistar. Así nos vamos superando hasta lograr la herencia definitiva).
(Jesús es como la piedra que apenas sale del suelo pero que hace caer al que no la ve. Dios no multiplica los milagros sino que se “esconde” para que nuestra fe sea más pura).
(Dios reconoce por suyos a los que obedecen su Palabra y le creen).
(La descendencia verdadera de Abraham es Cristo y la tierra verdadera es el Reino de Dios).
Los pecados de Israel no anularan el designio de Dios. Volverá interiormente a su Dios del destierro, de la separación que vivió.
Isaías es el primero que anuncia al Mesías.  Hasta el tiempo de David los judíos solo esperaban la Tierra prometida y buenos Reyes. El Mesías será un nuevo David e hijo de Jesé como él. Será el Hombre del Espíritu de Sabiduría e Inteligencia, como Salomón; de Prudencia y Fuerza, como David; de Conocimiento y Respeto hacia Yahvé como Moisés y los Patriarcas. Será el lugarteniente de Dios, atento a los pobres y débiles.
(No se deben oponer liberación material y espiritual. Es tarea espiritual hacer justicia, exigiendo y realizando reformas y revoluciones, reprimiendo al opresor y gobernado según los preceptos de Yahvé).
(Todo lo que hagamos por mejorar el mundo no basta para producir el amor, ni para lograr el perdón de los pecados, ni para crear un hombre nuevo. Esto va a ser la obra de Cristo en nosotros. El nos comunica la Justicia atraves de nuestras luchas y trabajos, de nuestra muerte y resurrección).
(La renovación del pueblo de Dios se comunicara  la naturaleza. Las fuerzas hostiles serán puestas al servicio del hombre. Los imperios que subyugaron al mundo desaparecerán sin dejar herederos).
La misión de Isaías fue la de ver y justificar la lenta caída de su nación. El la juzga con la luz de Dios. Habla de establecer la vida nacional sobre bases justas y morales.
(Por que Dios es justo no solo dará a los vivos la liberación esperada, sino, que resucitará a todas las víctimas inocentes que han confiado en El).
(El nuevo pueblo de Dios será un pueblo de creyentes y por eso nada lo podrá dominar).
(El hombre de fe no se deja impresionar por los peligros; se confía solo en la Palabra de Dios).
(Antes de meterse en juegos políticos el Rey debe ser justo y el pueblo fiel a los mandamientos. Así mismo la Iglesia. El Rey justo comunicará su espíritu a los gobernantes y responsables).
(La certeza del creyente debe ser absoluta).
(Al creyente que se mantiene al margen de la Iglesia, aprovechando sus servicios, sin comprometerse, siempre le es fácil criticarla. Si entra en ella y comparte su vida profunda descubre firmeza, paz y la presencia de Dios).
(Dios no soporta el orgullo de los poderosos, que al despreciar a los humildes, desprecian a Dios mismo).
(La promesa de liberación va a la par con las promesas de renovación nacional. Dios protege a los pueblos indefensos y a los grupos humanos que permanecen fieles a su misión. De igual forma con la Iglesia).
(Dios interviene solo para hacer cumplir sus planes).
(Los creyentes de este tiempo, para quienes morir significaba perderlo todo trataban de convencer a Dios de que no desaparecieran para siempre).

III.                Segunda Parte
(El Dios Redentor es el que guía a una nación arruinada. Se inclina personalmente hacia el hombre rebelde y descarriado, envejecido y enfermo por su propia culpa y le restituye la salud, le comunica una esperanza y le enseña el significado de su sufrimiento).
Los judíos al volver del destierro, comenzaron a mirar lo que les ofrecía el Dios que perdona. Ahora debían no solo restaurar su país  sino también hacerse los agentes de la reconciliación Universal de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. Desterrados de Babilonia e ilustrados por Jeremías y Ezequiel sabían que eran el resto.
Dios envía a los profetas para aclarar los acontecimientos e indicar un camino.
Para Israel el acontecimiento fue la liberación realizada por Ciro, Rey de los persas. Dios escogió a un rey pagano para salvar a su pueblo. (El no escoge siempre a santos y creyentes para liberar a los pueblos). Dios actúa a través de los acontecimientos históricos. El descubre a sus profetas los acontecimientos como prueba de que El mismo era el verdadero salvador. Sorprende a los judíos, que pensaban que Yahvé era solamente su Dios, pero llama ungido a Ciro.
Surge un profeta desconocido que trae el primer mensaje de Buena Nueva que invita a creer en Yahvé y a  esperar y preparase para regresar a Jerusalén. Yahvé  por su pueblo atrae a todas las naciones a reconocer la ciudad verdadera. Esto se cumple cando los judíos de vuelta a su tierra comienzan a ser misioneros del Dios único. No se cansa de expresarles el amor y la ternura de Yahvé, semejante al de una madre. El amor de madre saca a Israel de la desesperación y del desprecio, lo reconstruye y reúne a los dispersos.
Se anuncia al Siervo de Yahvé, a Cristo, que por su sacrificio y muerte salvará a todos los hombres, llevándoles al perdón. Los prodigios de la Redención serán tan evidentes que descubrirán a todos los hombres de la tierra la gloria del Dios único y reconocerán a Yahvé. (Cristo enseñará a las naciones las decisiones de Dios para  realizar la Justicia. Para salvar no usara los medios humanos: propaganda, demagogia, violencia).
El Siervo de Yahvé es el hombre de la Palabra, totalmente entregado, cansado y aparentemente sin éxito, hasta que  Yahvé diera el fruto a sus trabajos. Este fue designado, a diferencia de los profetas, para una misión universal.
(El consuelo del Señor debe servirnos para levantarnos el ánimo, para que sigamos nuestra misión, no para resignarnos a ser pasivos.  Al recordar las promesas de Dios debemos luchar perseveradamente contra las fuerzas del mal. Dará la vista, la fe a los ciegos incrédulos).
(Dios se da a conocer a los hombres mientras estos se preocupen por dar al mundo la justicia y salvar a sus hermanos oprimidos).
(Muchas personas se entusiasman por Cristo sin importarles quien es).
(Dios nos invita a tener paciencia, esperanza y optimismo).
(Todo es posible, hasta vivir según el Evangelio en un ambiente materializado).
(Los hombres se las arreglan para que el servicio a Dios no les quite su tiempo ni su dinero).
(Muchos recuerdan a Dios solo para quejarse de Él).
Los profetas negaban el valor de los ritos y rezos cuando no hay fe y obediencia a Dios.
(Nuestro tiempo, aunque orgulloso de sus descubrimientos científicos, mantiene bastantes supersticiones).
(La obra de Dios se cumple en el mundo a veces por quienes no la conocen).
(Los cambios políticos y culturales, aunque a veces parecen dirigidos contra la Iglesia, sirven al final para destruir muchas supersticiones y falsos dioses).
(La Justicia es la rectitud total del hombre, una vida según la Verdad y el Amor).
(Cristo no cumplirá solo su obra. Esta deberá realizarse atraves de la historia).
(Justicia y Salvación serán los frutos de la humanidad fecundada por la misericordia de Los Cielos).
(La Alianza definitiva de Dios es en el Amor y la Fidelidad).
La liberación de Israel es el medio por el cual Yahvé se dará a conocer al mundo).
(Dios sigue en su Iglesia para que los que no crean le descubran cuando vean que se renueva constantemente, que en ella se encuentran la unión fraternal y la búsqueda de la justicia, un afán de verdad que las sociedades humanas no logran).
(Dios nos atrae despertando nuestro interés por lo que ha realizado en otros. (Creyentes realmente salvados que manifiestan una paz y una vida fecunda que no podemos alcanzar por nuestras propias fuerzas).
(Las civilizaciones materialistas pretenden alcanzar por la técnica todo lo que necesita el hombre. Personas y grupos se creen sabios y piensan organizar sin Dios una vida sin problemas).
Los profetas no miran el poder militar o económico de las naciones, sino como tratan al hombre que ya no produce, al anciano.
(Cada creyente debe verificar en su vida lo que anunció Cristo).
(La Iglesia tiene la fecundidad donde vive pobre y confiada en Dios. Ahí encuentran las clases cultas, técnica y obreras la verdadera comprensión).
(Para sostener al que está cansado hay que ser enseñado por Dios).
El profeta es hombre de oración y dócil al Espíritu de Dios, que es quien conoce sus secretos.
(La resurrección se hará en una acción común.  Yahvé es quien indica el momento que prepara las condiciones históricas para que sea factible. Los hijos de Jerusalén tienen que desear ser liberados para luego ir a reconstruir).
(Aunque Dios parece dormir es oficio del creyente llamarle insistentemente, mientras actuamos y preparamos el mañana, para pedirle que reúna las condiciones para seguir adelante).
(Dios anima a hombres fracasados, que padecen los males que merecieron, pecadores. Al perdonarlos les hace fuertes).
(El hombre pertenece a Dios y se encuentra libre obedeciéndole. Cristo nos rescata de toda esclavitud).
(Los apóstoles, igual que los profetas, son los que anuncian al mundo que Cristo es el Señor).
(Nuestros actos traen consecuencias que superan lo que podríamos imaginar, por ello, no basta con arrepentirnos para que todo vuelva a su lugar, sino que hay que construir firme para perseverar. Por el perdón Dios, a partir de nuestras faltas y de las miserias que acarrean, se edifica algo nuevo y mejor. Cristo pagó la deuda de amor y obediencia).
El profeta anuncia, aun sin comprenderlo, la resurrección.
(Redención significa pagar el precio para rescatar a un esclavo o preso).
(Si bien es cierto que la nueva Jerusalén esta de alguna manera en la Iglesia, también es cierto que la seguimos construyendo. Todavía el rostro de la Iglesia presenta Parroquias rutinarias, instituciones que buscan en vano el Espíritu de Dios y responsables comprometidos con los poderosos).
(Cuando el pueblo de Dios se encuentra sin oportunidades de ser grande según los criterios humanos, es cuando Dios se inclina hacia el.  Hoy, el pueblo de Dios ya no tiene seguridad propia, no es la iglesia reconocida y privilegiada, no es la religión prestigiosa. El Señor se ha hecho su esposo para darle otra fecundidad).
(Las iglesias grandes y frías serán reemplazadas por comunidades más fervorosas).
(Dios es quien siempre da primero. Solo espera que le abramos la puerta).
(Jesús dará el reposo, el pan de vida y a sí mismo como el amigo).
(La palabra de Dios aparece como una fuerza y una persona: Cristo).

IV.                Tercera Parte (Metas de la Iglesia)
(Dios viene a salvar. No salva a los de su pueblo sino  a los extranjeros. Vendrá con el Espíritu para entregar su Evangelio a los pobres).
(Es tarea nuestra hacer que Dios se haga presente).
(Muchos cristianos se conforman con ser “practicantes”, sin ver que la práctica que Dios pide es realizar la liberación de todos los hombres).
(Dios no quiere la muerte del pecador ni la humillación de sus criaturas. El ama a todos y exige desatar las cadenas y compartir con los demás).
(Hay que luchar desde los pequeños privilegios que los compañeros de trabajo defiendes unos contra otros, hasta contra las leyes que mantienen marginadas a clases enteras).
(No basta convertirse de corazón, sino que hay que cambiar a la vez las estructuras y las instituciones. Estas nos hacen participar a todos en las injusticias y los pecados de la sociedad en que vivimos).
(El cristianismo significa también realizar con éxito la revisión de las leyes del comercio internacional).
(Hay que compartir para crear un mundo solidario donde todos trabajen por el bien de todos. Dar al hambriento lo que deseas para ti).
(Los problemas humanos se resisten a las soluciones teóricas, pero encontraran salidas inesperadas cuando cada fracción acepte compartir y apartar el gesto amenazante. La humanidad tendrá plenamente lo que anhelaba: la luz, la unidad, la felicidad perpetua, la paz. Dios será todo en todos).
(El Evangelio es una semilla y la resurrección de Cristo el comienzo de un orden nuevo).
(Cristo vino para que su espíritu estuviera sobre nosotros, para trabajar por la promoción de nuestros hermanos en forma tal que ellos reconozcan en esto la mano de Dios).
(Debemos siempre mantener nuestra esperanza en las pruebas y los tiempos oscuros).
(Debemos descubrir las riquezas desconocidas en la Iglesia y ver el trabajo que hace Dios en el mundo por medio de ella).

martes, 17 de septiembre de 2019

#655 - Legal vs. moral

En nuestra sociedad actual, son muchas las leyes que a diario aprueban los legisladores que crean  confusión en el cristiano sobre que es legal y lo que es moral. Así por  vemos como se ha legalizado por una gran mayoría de los países, el aborto, la eutanasia y los estudios o experimentos con seres humanos.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos ilustra al respecto en el articulo 5 de su Tercera Parte:

Sobre el aborto

No. 2271- "Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. esta enseñanza no ha cambiado, permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral".

No. 2272 - "La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana".

No. 2273 - "El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación".

Sobre la eutanasia

No. 2276 - "Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible".

No. 2277 - "Cualquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador".

Sobre la investigación científica

No. 2295 - "Las investigaciones o experimentos en el ser humano no pueden legitimar actos que en si mismos son contrarios a la dignidad de las personas y a la ley moral. El eventual consentimiento de los sujetos no justifica tales actos. La experimentación en el ser humano no es moralmente legítima si hace correr riegos desproporcionados o evitables a la vida o a la integridad física o psíquica del sujeto".

Defendamos, pues, la moral cristiana, oponiéndonos y denunciando toda ley inmoral que se presente en nuestros países

jueves, 12 de septiembre de 2019

#653 - El Purgatorio

Para algunos católicos resulta un poco confuso y temeroso el tema del Purgatorio. Y es que todavía, muchos feligreses, y entre ellos algunos sacerdotes, presentan el purgatorio como un lugar de horribles tormentos, incluso para los niños que han muerto con algún pecado.

Mas hay que ir, como siempre, a lo que nuestra Madre Iglesia nos dice al respecto:

El número 1030 del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que "Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de la muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo".

Es por estos fieles difuntos por lo que nuestra Iglesia, siguiendo una tradición que viene del Antiguo Testamento, ora en la Conmemoración de los Fieles Difuntos cada 2 de noviembre por estos hermanos nuestros, de manera que alcancen pronto el cielo. Y por la comunión de todos los fieles, esta iglesia purgante ora e intercede también por los que estamos aún peregrinando en la tierra.

San Juan Pablo II nos dejó una hermosa y alegre catequesis sobre el Purgatorio, como lo hizo también para el Cielo y el Infierno, que nos debe llenar de esperanza y no de temor con relación a este estado del alma.

Catequesis sobre El purgatorio de Juan Pablo II: purificación necesaria para el encuentro con Dios
1. Como hemos visto en las dos catequesis anteriores, a partir de la opción definitiva por Dios o contra Dios, el hombre se encuentra ante una alternativa: o vive con el Señor en la bienaventuranza eterna, o permanece alejado de su presencia.
Para cuantos se encuentran en la condición de apertura a Dios, pero de un modo imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del «purgatorio» (cf. Catecismo de la Iglesia católica, nn. 1030-1032).
 2. En la sagrada Escritura se pueden captar algunos elementos que ayudan a comprender el sentido de esta doctrina, aunque no esté enunciada de modo explícito. Expresan la convicción de que no se puede acceder a Dios sin pasar a través de algún tipo de purificación.
Según la legislación religiosa del Antiguo Testamento, lo que está destinado a Dios debe ser perfecto. En consecuencia, también la integridad física es particularmente exigida para las realidades que entran en contacto con Dios en el plano sacrificial, como, por ejemplo, los animales para inmolar (cf. Lv 22, 22), o en el institucional, como en el caso de los sacerdotes, ministros del culto (cf. Lv 21, 17-23). A esta integridad física debe corresponder una entrega total, tanto de las personas como de la colectividad (cf. 1R 8, 61), al Dios de la alianza de acuerdo con las grandes enseñanzas del Deuteronomio (cf. Dt 6, 5). Se trata de amar a Dios con todo el ser, con pureza de corazón y con el testimonio de las obras (cf . Dt 10, 12 s).
La exigencia de integridad se impone evidentemente después de la muerte, para entrar en la comunión perfecta y definitiva con Dios. Quien no tiene esta integridad debe pasar por la purificación. Un texto de san Pablo lo sugiere.
El Apóstol habla del valor de la obra de cada uno, que se revelará el día del juicio, v dice: «Aquel, cuya obra, construida sobre el cimiento (Cristo), resista, recibirá la recompensa. Mas aquel, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. Él, no obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego» (1Co 3, 14-15).
3. Para alcanzar un estado de integridad perfecta es necesaria, a veces, la intercesión o la mediación de una persona. Por ejemplo, Moisés obtiene el perdón del pueblo con una súplica, en la que evoca la obra salvífica rea izada por Dios en el pasado e invoca si fidelidad al juramento hecho a los padres (cf. Ex 32, 30 y vv. 11-13). La figura del Siervo del Señor, delineada por el libro de Isaías, se caracteriza también por su función de interceder y expiar en favor de muchos; al término de sus sufrimientos, él «verá la luz» y «justificará a muchos», cargando con sus culpas (cf. Is 52, 13-53, 12, especialmente, 53, 11).
El Salmo 51 puede considerarse, desde la visión del Antiguo Testamento, una síntesis del proceso de reintegración: el pecador confiesa y reconoce la propia culpa (v. 6), y pide insistentemente ser purificado o «lavado» (vv. 4. 9. 12 y 16), para poder proclamar la alabanza divina (v. 17).
4. El Nuevo Testamento presenta a Cristo como el intercesor, que desempeña las funciones del sumo sacerdote el día de la expiación (cf. Hb 5, 7; 7, 25). Pero en él el sacerdocio presenta una configuración nueva y definitiva. Él entra una sola vez en el santuario celestial para interceder ante Dios en favor nuestro (cf. Hb 9, 23-26, especialmente el v. 24). Es Sacerdote y, al mismo tiempo, «víctima de propiciación» por los pecados de todo el mundo (cf. 1 Jn 2, 2).
Jesús, como el gran intercesor que expía por nosotros, se revelará plenamente al final de nuestra vida, cuando se manifieste con el ofrecimiento de misericordia, pero también con el juicio inevitable para quien rechaza el amor y el perdón del Padre.
El ofrecimiento de misericordia no excluye el deber de presentarnos puros o íntegros ante Dios, ricos de esa caridad que Pablo llama «vínculo de la perfección» (Col 3, 14).
5. Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre celestial (cf. Mt 5, 48), estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos» (1Ts 3, 12 s). Por otra parte, estamos invitados a «purificamos de toda mancha de la carne y del espíritu» (2Co 7, 1; cf. 1 Jn 3, 3), porque el encuentro con Dios requiere una pureza absoluta.
Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma. La purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de la Iglesia sobre el purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de vida. Quienes después de la muerte viven en un estado de purificación ya están en el amor de Cristo, que los libera de los residuos de la imperfección (cf. concilio ecuménico de Florencia, Decretum pro Graecis: Denzinger-Schönmetzer, 1304; concilio ecuménico de Trento, Decretum de justificatione y Decretum de purgatorio: ib., 1580 y 1820).
Hay que precisar que el estado de purificación no es una prolongación de la situación terrena, como si después de la muerte se diera una ulterior posibilidad de cambiar el propio destino. La enseñanza de la Iglesia a este propósito es inequívoca, y ha sido reafirmada por el concilio Vaticano 11, que enseña: «Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así, terminada
única carrera que es nuestra vida en tierra (cf. Hb 9, 27), mereceremos entrar con él en la boda y ser contados entre los santos y no nos mandarán ir, como siervos malos y perezosos al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, donde "habrá llanto y rechinar de dientes" (Mt 22, 13 y 25, 30)» (Lumen gentium, 48).
6. Hay que proponer hoy de nuevo un último aspecto importante, que la tradición de la Iglesia siempre ha puesto de relieve: la dimensión comunitaria. En efecto, quienes se encuentran en la condición de purificación están unidos tanto a los bienaventurados, que ya gozan plenamente de la vida eterna, como a nosotros, que caminamos en este mundo hacia la casa del Padre (cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1032).

Así como en la vida terrena los creyentes están unidos entre sí en el único Cuerpo místico, así también después de la muerte los que viven en estado de purificación experimentan la misma solidaridad eclesial que actúa en la oración, en los sufragios y en la caridad de los demás hermanos en la fe. La purificación se realiza en el vínculo esencial que se crea entre quienes viven la vida del tiempo presente y quienes ya gozan de la bienaventuranza eterna.

lunes, 9 de septiembre de 2019

#652 - Plan de acción misionero

Lucas 4, 16-30

"Jesús comienza su ministerio publico en Nazareth. Retoma las palabras de Isaias para anunciar su plan de acción misionero, que esta inspirado por el Espíritu Santo, tiene como destinatarios privilegiados a los pobres y fija como objetivo la liberación de los oprimidos y la proclamación del año de gracia del Señor. El plan tiene coherencia con el reino de Dios, pero no es entendido ni aceptado por sus coterraneos, debido al fanatismo religioso y político que los enceguece. No pueden creer que alguien de ellos mismos sea el ungido de Dios. Aun hoy, nos cuesta creer en lo nuestro y los nuestros, en que la profecía puede ser un producto nacional".

Tomado de la Agenda Bíblica 2019

domingo, 8 de septiembre de 2019

#651 - Prioridades del Reino

 Mateo 23, 23-32

"Jesús retoma la profecía para reiterar que la justicia y la misericordia, que defienden la vida del pobre, están por encima del culto y el diezmo... Revisemos nuestra coherencia de vida y pensemos si hoy podríamos ser llamados <bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios",


"Jesús les recuerda que la mejor manera de rendir culto a la memoria de los profetas no es la belleza externa, sino hacer lo que ellos profetizaron...La incoherencia de vida cristiana es un pecado mortal que sigue mancillando la misión y la credibilidad de la Iglesia".

Tomado de la Agenda Bíblica 2019 

jueves, 5 de septiembre de 2019

#650 - Bien y mal

Si estudiamos los primeros once capítulos del Libro del Génesis, podemos ver un resumen de toda la historia de la humanidad en lo respecta a su creación y su pecado; a esa antítesis de entre el bien y el mal.

Capítulo I  - Dios lo creó todo bueno. Todo es orden y armonía. El día sexto crea todos los reinos: mineral, vegetal y animal; y crea al hombre, superior a todos, por ser hecho a Su imagen y semejanza.

Capítulo II y III- Entra el mal en el mundo. Desobediencia y castigo.

Capítulo IV - Fratricidio de Caín. La envidia y el odio rompen el amor entre hermanos.

Capítulo V -  Descendencia de Adán y Eva hasta Noé.

Capítulo VI al IX - Dios salva a Noé y su familia y establece una Alianza con el.

Capítulo X -  Descendientes de Noé.

Capítulo XI - La Torre de Babel. Pecado social. Los hombres se reúnen para retar nuevamente a Dios y terminan separados, sin entenderse unos a otros.

Esta secuencia del Génesis podemos aplicarnosla como individuos y como sociedad. Dios nos creó perfectos y a eso nos llama, a la santidad plena. Pero nuestros egoísmos y nuestra soberbia nos mueven en contra de ley natural que El inscribió en nosotros. Por eso nos matamos unos a otros y los pueblos se hacen la guerra.

Solamente cuando seamos criaturas en Cristo volverá la humanidad al orden y armonía primaria. Sigamos trabajando para que ese Día del Senor se haga presente pronto.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

#649 - Misión Continental

La Iglesia Católica de latinoamérica se ha lanzado a partir de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, el CELAM, realizada en Aparecida, Brasil en 2007, a una Misión Continental  que renueve el mensaje de Cristo en todos los pueblos de esta región.

Hoy, las diversas Conferencias Episcopales de cada país tienen ya delineado y avanzando su Proyecto Nacional de Acciones Pastorales para esta Nueva Evangelización. Puerto Rico no es la excepción. Después de una preparación de unos 5 años, nuestra Asamblea Nacional a comenzado a desarrollar su plan. La Misión Continental en Puerto Rico se llamará "Misión Permanente".

Cinco núcleos que necesitaban atención y evangelización urgentes se identificaron como materia para trabajar: Matrimonio y Familia, Juventud, Educación, Economía y Pobreza y Salud. 

Para que esta "Misión Permanente" de sus frutos todos los católicos de Latinoamérica  y el Caribe estamos llamados a dar de nuestro tiempo y a salir de nuestra comodidad para comenzar a "Ver" qué necesidades hay en nuestro entorno familiar, social y de iglesia, para "Juzgar" sus prioridades y complejidades y poder "Actuar" para darle la solución cristiana que la Iglesia propone.

Únete a esta Misión  con el espíritu de los primeros setenta y dos que el Señor envió a evangelizar. El te llama y espera tu respuesta.

martes, 3 de septiembre de 2019

#648 - Cumplimiento de la Ley

Mateo 23, 13-22

Cuando Jesús denuncia a los escribas y fariseos, "La acusación es introducida siempre con <!ay de ustedes!>, no como expresión de lamento sino como sentencia que prepara un juicio contra las autoridades religiosas y políticas de Israel. El motivo de la denuncia es imponer al pueblo el cumplimiento de la ley como único camino de salvación olvidando que su sentido original era guiar a la comunidad para vivir en justicia y santidad. No es la ley la que salva, sino el compromiso en favor de la dignidad humana. Dos actitudes son las claves de tan deplorable comportamiento: la hipocresía y la ceguera para guiar a los demás. Las autoridades religiosas convirtieron la bondad de la ley en una estrategia de dominación, de corrupción y de enriquecimiento, imponiendo múltiples impuestos, sacrificios y ofrendas. La apariencia de santidad de escribas y fariseos es desenmascarada por Jesús..."

Tomado de la Agenda Bíblica 2019