Mateo 19, 23-30
"...Jesús indica que la riqueza es incompatible con el discipulado...El dinero o los bienes materiales no son malos en si mismo, es la ambición y el uso egoísta de los mismos. Los panes y los peces son bienes materiales que se multiplican milagrosamente cuando se comparten y reparten. la ambición y la riqueza son como virus que enferman y eliminan los valores de la solidaridad, la justicia y la equidad...En su respuesta a Pedro, Jesús deja claro que renunciar a al riqueza no significa optar por la miseria, al contrario, Dios multiplica las cosas básicas y sencillas, que nos proporcionan calidad de vida y nos hacen realmente felices. Así comienza la vida eterna".
Tomado de la Agenda Bíblica 2019
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