Reflexiones de un diácono
Escuchaba ayer la homilía de un diácono que en la parábola de hoy ponía a Jesús como el Buen Samaritano, a la Iglesia como la Posada y a cada uno de nosotros como el encargado de la Posada.
Jesús, pues, cura y sana al que es golpeado y deja en nuestras manos, con su ayuda(los dos denarios), el cuidar del necesitado hasta que El vuelva.
(Como decía Papá Francisco, la Iglesia es el Hospital de Campaña y nosotros los llamados a asistir, en nombre de Cristo, a los necesitados. Por eso nos pedirán cuentas.
Oremos al Padre para que envíe más obreros a Su mies.
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