Jeremías 20, 10-13 nos narra los peligros a los que se enfrenta el profeta, en aquel tiempo y hoy.
"...porque ser profeta es ser critico: mirar, hablar y actuar con otros ojos, otra voz y otras manos. El pensamiento critico no lo recomiendan las estructuras sociales, políticas o religiosas, mas bien buscan acallarlo. Pensar críticamente es lo mas saludable. Para ello hay que saber tomar distancia y beber de una fuente diferente, que procure criterios saludables...Hoy, nuestra vocación profética reclama vivir atentos a toda opresión e intolerancia para erradicarlas. Nuestro tejido social exige de tolerancia y pluralidad; si queremos construir la hermandad solidaria social, ha de ser a base del intercambio de bienes y del dialogo sincero por la verdad. Sin estos componentes no hay identidad profética cristiana".
Cita de la Agenda Bíblica 2018
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