viernes, 21 de abril de 2017

#122 - Jesús se aparece, luego de resucitar a los discípulos, que por miedo estaban encerrados y  abatidos. Y les enseña las marcas de su crucifixión, las heridas de los clavos y la herida en el costado. Y es esta experiencia la que les convence de que es el mismo Jesús que vieron morir en la cruz. Sobre todo Tomás lo expresa de manera extraordinaria reconociendolo como el Señor y como Dios.

Luego de este momento de ver al Maestro, Jesús le da el don del Espíritu Santo. Este le da paz y ánimo y poder para llevar a todos el Reino de Dios en todas sus manifestaciones: conversión, sanación, milagros.

Pienso que hoy tenemos que saber ver en los llagados física y emocionalmente del mundo a ese mismo Cristo que se presentó a sus discípulos. Solo así recibiremos también la fuerza del Espíritu que nos lance a servir a los necesitados que encontremos en nuestros ambientes.

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