Lecturas:
Salmo 22 – Aunque
camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tu vas conmigo.
Juan 8, 1-11
– (La mujer adúltera) … “Tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques
más”.
El Señor es nuestro Pastor. un pastor que nos conduce siempre hacia pastos verdes y fuentes de agua viva. Y en ese caminar junto a nosotros no nos juzga como nos juzga a veces el mundo. Sabe lo que hay bien profundo en nuestro interior y las cicatrices que nos hacen actuar con actuamos. Por eso entiende nuestro comportamiento pecaminoso y nos ofrece siempre su perdón. Solo esperas que creamos en El y, una vez perdonados, comencemos una vida nueva . Como lo hizo con la mujer adúltera.
Propongámonos hoy no juzgar a nadie, mucho menos sin conocer su historia humana. Ni a las prostitutas o promiscuos, ni a las adúlteras o adúlteros,ni a las que abortan, ni a los drogadictos o deambulantes. Antes, pidamos que el Señor les toque para que se salven. Ellos son los preferidos del Señor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario